Reseñas Discos
Buscando el mejor disco de rock mexicano: Valedores Juveniles de El Haragán y Cía
Seguimos buscando el mejor disco del rock mexicano y no vamos a parar hasta encontrarlo. Por lo menos cuando ya se pueda llegar a un buen consenso en cuanto un top 10, tal vez 15. Esta vez nos vamos a meter hasta las entrañas de primer disco del proyecto de Luis Álvarez, El Haragán y Cía.
Valedores Juveniles, un disco estrenado en el año 1990 bajo el sello Discos y Cintas Denver, encargados, en su mayoría, de darle un buen empujón a las bandas del rock blues, el punk o el metal nacional, principalmente aquellas nacidos de los barrios del territorio central de la República. Es decir, el Estado de México y el entonces denominado Distrito Federal, hoy CDMX.
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Valedores Juveniles de El Haragán y Compañía ¿es el mejor disco del rock mexicano?
Estamos hablando de un álbum icónico del rock mexicano, muy querido por los fans del género, y que ha inspirado a muchísimas generaciones de músicos; ¿pero, por qué Valedores Juveniles es tan bueno?
Tenemos que comenzar por su sonido, pues para eso estamos acá. La música, es una muy cercana y reconocible para la gente del barrio, para la tropa del día a día. Es Blues, pero también Punk, Rock duro, baladas rockeras bien blanditas, directas al corazón. Por qué no, también hay guiños al bolero, a la ranchera, al tropical y a Pink Floyd, a la psicodelia, el rocanrol de Chuck Berry, de Elvis Presley o Little Richard.
Es donde la música popular encontró su esquina para reunirse a platicar, a reírse y hablar de amor. Es donde se reconocen, donde se sienten identificados con todo, se les hace familiar. Ahí fuman, ahí beben, ahí reflexionan que se puede lograr la unidad. Es la esencia misma de El Haragán y Cía: hablarle a los que no siempre tienen voz, pero sostienen este país con su esfuerzo. Es un homenaje.
La conciencia de clase de El Haragán y Cía en Valedores Juveniles
Así llegamos hasta las letras, himnos llenos de realismo y crítica social, retratan la vida en las calles y las experiencias de la juventud mexicana de aquella época. Lo mismo tenemos una historia de terror a ritmo de un punk demencial de batería rápida y violenta con “Juan el descuartizador” que una bella melodía acompañada de saxofones, y un ritmo bien puesto para mover las caderas como “Muñequita sintética“.
Vamos del retrato de la juventud mexicana, sin futuro, sin salidas ni respuestas en “Él no lo mató“, al abandono de la población, la desolación de las clases bajas y el nulo apoyo a la niñez en “¿Qué va a ser de él, Dios?“.
Y así repasamos “No estoy muerto“, tenemos algo sobre la dura realidad que enfrentamos día a día, las pocas ganas que quedan de vivir después de cumplir con una jornada, de ser funcionales para la clase rica, de ganarnos el pan, el sueldo.
Caminamos así hasta los sueños rotos de un rockero que quiere loquear por siempre, pero la juzgona mirada de lo políticamente correcto, le pide detener su vida pank antes de estrellarse de frente contra la muerte, es “A esa gran velocidad“.
Un disco que tiene más de 30 años, y sigue pareciendo vigente, pero seguramente le parecerá actual a la generación de 30 años más adelante. Tanto en lo musical como en lo intelectual, El Haragán y Cía tejió uno de los más importantes y tremendos materiales del rock nacional. Lo hizo con sueños, amor, lágrimas, pasión e interesado en que el mundo entero por fin volteé a ver lo que pasa frente a sus ojos, las injusticias, la violencia, el racismo y el clasismo. A ver si de una buena vez por todas, lo entendemos.
Las canciones de Valedores Juveniles
- Juan el descuartizador
- La perra brava
- Mi muñequita sintética
- No estoy muerto
- Él no lo mató
- El chamuco
- Antes me gustabas
- A esa gran velocidad
- ¿Qué va a ser de él, Dios?
- Basuras