Enter Shikari provocó brutales pogos hardcore con un concierto en CDMX

No puedo mentir, bandita, me lo impide mi ética profesional: no soy, nunca he sido y nunca, pero nunca seré alguien que guste de correr riesgos. Vaya, que trepar cerros y volcanes, lanzarme del bungee, de un paracaídas, caminar en fuego, viajar en globo, manejar un Ferrari, Audi, Jaguar a toda velocidad, entre muchas otras cosas, me parecen muy poco emocionantes, nunca serán parte de mi lista de babosadas para hacer antes de morir.

La única emoción y adrenalina que tengo de vez en cuando es un buen concierto de rocanrol. Un maravilloso momento donde sonidos emanados de los instrumentos de 2, 3, 4, 5, 6 o 15 músicos y músicas me recorren las venas hasta el corazón, y me mueven las patas desde el infinito como si fuese una simple marioneta, la cabeza, la cadera, los brazos, los hombros.

Y cuando aquello pasa de un simple bailazo a un tremendo pogo, lleno de patadas, codazos, zapes, cabezazos, empujones coquetos o salpicones de sudor, me desconecta con bravura del universo, de todo lo que pasa a mi alrededor. Esa es la emoción que me gusta sentir. Qué mejor cosa hay que agarrarte a chingazos con desconocidos para eliminar la frustración del cuerpo. A veces salir volando por los aires, impulsado por una alfombra arrancada del piso, o aventarte un buen crowd surfing. Probablemente nada.

Enter Shikari en el Foro Indie Rocks, emociones y chingazos a flor de piel

Lo anterior, es precisamente lo que vivimos unos cuantos afortunados que no nos dejamos llevar por los cánones musicales que dictaban el concierto de The Weekend en el Foro Sol como la ceremonia imperdible del momento. Pero en el patio de un pequeño espacio de la Roma Norte, donde cabemos unas dos mil personas, exagerando, se armó un tremendo ritual post hatdcore entre sangre, sudor y lágrimas, pero no de las que canta el Aleks Syntek, más bien gotas expulsadas porque algún malnacidos te sacó el aire con los codos. Todo a cargo de Enter Shikari.

La banda inglesa salió hizo un espectáculo sencillo. No hubo mucha parafernalia como últimamente se acostumbra. Ni pantallas led o proyecciones raras. Principalmente por el espacio que no deja mucho a la imaginación, y también porque se concentraron en tocar todas las canciones que pudieran en aproximadamente una hora. No se detuvieron durante los primeros cuarenta minutos, ni a tomar agua. Fue una cosa más maratónica y de resistencia que de show mágico, místico, musical.

Pero ello no le quitó la calidad a las interpretaciones de Enter Shikari ni un solo momento. Si por algo son reconocidos, es porque proyectan un gran poder en el estudio, es un sonido con mucha rabia, alimentado principalmente por la batería. Los tamborazos resultan clave al momento de ponerte loco. Es donde se marca el tiempo exacto para rebanarte a puntapiés. Muy de acerca le sigue una guitarra distorsionada hasta el copete y que parece introducirse por los oídos hasta esa parte del cerebro que te da las instrucciones de mover el cuello hasta casi fracturarlo, y si traes la pura mata chida, el espectáculo es animal.

Todo es ambientado por una serie de programaciones en el sintetizador que le otorgan un toque psicodélico a las composiciones. Es una fina capa de sonidos electrónicos que mantiene a toda.su apasionante influencia punk lejos de un lugar que pueda ser dañino para la sociedad. Y finalmente aparece en el medio del Foro Indie Rocks de la Ciudad de México. Un tipo fresco, delgado, de pantalón, playera fajada, camisa con un cielo a pleno atardecer y muchísima garra. Es “Rou” Reynolds, un sujeto que pasa sin problemas por la melancolía de una balada punk, a una bailada synthcore y a la brutalidad del hardcore, mientras grita mensajes de unidad, amistad, y amor, al tiempo que nos alienta a reventarnos la cara los unos a los otros. Impresionante.

Ni una más, me retiro del slam con Enter Shikari

Lamentablemente he llegado a ese momento de la vida en el que comienzas a perder las habilidades para realizar un buen slam. La fuerza se te acaba más rápido, te comienzan a doler los pies, y el frío te rechina las rodillas. No aguantas igual un codazo en la espalda, a las pocas horas comienzas a padecer ese dolor que no es muy fuerte, pero arde a ratos. No te deja dormir en paz hasta que te avientas un buen baño de agua caliente, una pomada del dragón, y hasta te tomas tu Naproxeno con un electrolito.

El retiro comienza a percibirse más como una esperanza que una condena. He pensado en ello durante algunos meses, porque ahora me siento más cómodo en el Auditorio Nacional que en un festival al aire libre, entre miles de personas, y parados por casi 14 horas. El ciclo de la vida. Muy seriamente, los ingleses de Enter Shikari pueden ser quienes por fin me retiren del pogo, del desmadrito, de las heridas. Pero me gustaría decirles, si están leyendo esto, que me voy con dignidad, y orgulloso de lo que sucedió con mis últimos respiro de furia a ritmo de sus grandes hits. Gracias por eso.

Setlist de Enter Shikari en el Foro Indie Rocks

1. (pls) set me on fire
2. Sssnakepit
3. Juggernauts
4. Anything Can Happen in the Next Half Hour…
5. Labyrinth
6. A Kiss for the Whole World
7. The Void Stares Back
8. Anaesthetist
9. Bloodshot
10. Arguing With Thermometers
11. satellites* *
12. It Hurts
13. Quickfire Round
14. Havoc B
15. Bull
16. The Last Garrison
17. Sorry, You’re Not a Winner
18. Live Outside
19. { The Dreamer’s Hotel }