Pólvora Live
Simple Plan avivó emociones sólo captadas por celular en el Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes
Nada es igual desde aquel dos mil y tantos que llegó a mis manos el disco pirata Still Not Getting Any, grabado por Simple Plan, una banda canadiense de punk rock que aunque no era nada especial o espectacular, se convirtió en un gran referente para mí por la conexión que tuve con sus temazos y el montón de letras sobre la vida cotidiana de un adolescente/joven promedio.
Desde luego no soy el mismo; dejé de acumular curiosidad por el punk rock mientras me iba haciendo un señor, y los mensajes adolescentes dejaron de marcarme como antes. Guardé solo una que otra banda que siguió haciéndole al género con letras adecuadas a la generación que ya debía entrar a chambear y a ganarse la vida, a dejar de soñar con el punk, con la rebeldía, comenzar a ser funcionales para la sociedad. Cualquier cosa que eso signifique. De
Simple Plan en el Pabellón Oeste: ya nada ni nadie es lo mismo
Obviamente este mundo no es el mismo. Se acabó el dominio que tenían las bandas de punk rock en casi todo el mundo. La industria los regresó al undergound, mientras el mainstream se lo ganaron artistas que hicieron toda una revolución al interior de la industria del entretenimiento, capaces de llenar estadios como Queen, The Beatles, The Rolling Stones o Metallica, pero a ritmo de reguetón, trap, rap y un nuevo pop nacido en Asia. Entre otras cosas.
El público también modificó sus comportamientos bajo el escenario, y lo harán conforme avance la tecnología. Cómo previa, todos chupan, cantan a todo pulmón las canciones del audio local, las bailan, te agarran a madrazos y matean como si fuese un concierto con todas las de la ley, y cotorrean, se cagan de risa, se agarran a besos de lengua. Pero apenas llega Simple Plan a la tarima, se transforman todos en un tripié que solamente sabe sostener el celular, concentrados en ponerla fija contra su objetivo. Un zoom por acá, un zoom por allá. Video en vivo. Formato storie. Unas tomas para el TikTok. Cantar a gran volumen, saltar, gritar y alzar las manos. Todo mientras el móvil tiembla en el aire. Una toma terremoto.
¿Está mal, es delesnable y reprochable?, ¿los foros, estadios, teatros y bares deberían prohibir la entrada con celular? Bueno, la verdad es que no. Hagan lo que quieran.
Su música tal vez perdure, tú no
Pero sí es una lástima de vez en cuando que hasta las actitudes hayan cambiado. Que punk rock es quien tiene el celular mejor zoom y mayor calidad del sonido. Sobre todo porque al frente, Simple Plan, que han mejorado a la millonésima potencia su interpretación en vivo, se esfuerzan en dar un show de grandes éxitos, con un poderío imbatible en los instrumentos. Suenan salvajes. Temibles. Rudos. Crudos. Atrevidos. Bien macizos. También románticos y nostálgicos cuando se requiere. Enamorados. Baladistas.
Podría ser una experiencia mucho más salvaje, y para el recuerdo si tan solo se preocuparan por fotografiar o videograbar, pero en la mente, una buena historia para contar en la sobremesa, en el bar, en el café, de paseo en un parque, en un podcast o para la entrada de un blog.
Pa’ acabarla, ni mi disco pirata del Still Not Getting Any sigue siendo el mismo. Todavía es chafa, pero hora descansa en una carpeta con más discos piratas que ya empezaron a descomponerse, y que se rayaron hasta evitar que mi estéreo los lea. Y lo mismo le pasará al tuyo, original y exportado desde Canadá, con valor en dólares. Y cuando mueras será lanzado a la basura, o si así lo quieres, a tu tumba. Y el internet se caerá un día, activarán una nueva web, probablemente, van a hackear a las disqueras, alguna se va incendiar. YouTube seguro te banea, y esa morra o ese wey al que le dedicaste un video, terminará bloqueando tu user.
Es decir, probablemente siga su música en digital por toda la eternidad y los escuchen en 500 años. A lo mejor un wey entre millones y millones los encuentre un día en tu biblioteca de la World wide web, pero tal vez no, y todo el esfuerzo que hiciste al mantener tu brazo en lo alto, documentando “Welcome to my life”, “Shut Up”, “Astronaut”, “Perfect”, sin darte cuenta de la cantidad de maravillosas historias a tu alrededor, habrá valido nada.
Setlist de Simple Plan en el Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes
- I’d do anything
- Shut up!
- Jump
- Jet lag
- Your love is a lie
- Addicted
- You Suck at love
- Welcome to my life
- Iconic
- Summer paradise
- When I’m gone
- Astronaut
- All Star / Sk8er Boi / Mr. Brightside
- What’s new scooby doo?
- Million pictures of you
- Where I belong
- Wake me up (When This Nightmare’s Over)
- I’m just a kid
- Untitled (How Could This Happen to Me?)
- Perfect