Carcass – Torn Arteries

Carcass, la agrupación británica que con el tiempo ha esclarecido las leyendas dejando claro que ni fueron estudiantes de medicina y que tampoco son oriundos de Liverpool (aunque sí de un poblado cercano), cuenta ya con más de 35 años de carrera y con siete producciones discográficas de larga duración (de las cuales habían pasado ya ocho años desde que habían entregado la última de ellas).

Su alineación continúa siendo conformada por dos de sus tres miembros originales (el tercero y fundador, se mantiene como una influencia moral y los tuvo que abandonar por problemas de salud), y son aún una de las bandas de metal más extremas y pesadas de la historia y no, esto no es un cliché. Y por lo tanto siguen siendo un referente para el género.

Torn Arteries, la séptima entrega discográfica de Carcass, es un trabajo que terminaron de grabar desde principios de 2020 y que por lo tanto no es un producto que conceptualmente exprese depresión pandémica. Sin embargo, esta situación sí afectó su lanzamiento y es por eso que el plan original de tenerlo en las tiendas en agosto de 2020, se retrasó por más de un año y finalmente ha visto la luz hasta 17 de septiembre de 2021.

Pero y ¿cómo hace una panda de músicos cincuentones para mantenerse en un nivel inevitablemente competitivo en cuestión creativa, ante cientos de bandas jóvenes y/o emergentes (a las que seguramente ellos han influenciado)? Bueno pues Jeff Walker (el bajista y principal vociferante), ha explicado que, en conjunto con su compañero Bill Steer (guitarrista y vociferante secundario), desde que se plantearon entrar al estudio para grabar tanto este disco como el anterior (Surgical Steel, 2013), acordaron concretarlos sólo si lo que componían sonaba a Carcass y que de ninguna manera sonara repetitivo. Sin duda una dura prueba para cualquier banda decibélica.

Así que de tal forma Torn Arteries es una nueva colección de sinfonías enfermas, cortadas y suturadas bajo la mano experta de un cirujano calificado. Diez cortes finos, que fieles a la naturaleza de Carcass se caracterizan por sus estructuradas construcciones sonoras; brutales por su densidad y cortantes por sus afilados bordes interpretativos. Y que como en cualquier carta gourmet, sus títulos nunca son sencillos y en ocasiones son hasta impronunciables.

Las arterias pesadas de Carcass

Torn Arteries es el nombre con el que Ken Owen (el baterista y perpetrador jubilado de la banda), había titulado un demo que grabó en su etapa formativa (previa a Carcass), y que ahora sirvió para titular este trabajo. Y el tema que lleva su título y que abre el disco, es quizás uno nada novedoso para quien conoce los terrenos de la banda, pero que sí deja claro desde un principio que se encuentran en pleno dominio de sus facultades interpretativas.

“Dance Of Ixtab (Psychopomp & Circumstance March No. 1 In B)” es el tema que la banda estrenó hace algunas semanas como sencillo y del cual incluso realizaron un video animado. Y aquí sí podemos percibir alguna variación con respecto al sonido tradicional de la banda, pues tal y como una palabra de su título lo sugiere, la canción se desenvuelve bajo una rítmica de marcha, caracterizada eso sí y como era de esperarse, por su pesadez.

“Eleanor Rigor Mortis” es una cubetada de agua fría para quien pensara que Carcass había perdido la condición y sus costumbres, que abre a toda velocidad y pasa a un ritmo más lento pero que nunca pierde la agresividad. Conceptualmente el título de este tema hace alusión a Eleanor Rigby (la figura central del clásico de sus casi paisanos, el Cuarteto de Liverpool), y es una broma por parte de la banda precisamente ante la creencia de que ellos también son oriundos del famoso puerto británico.

“Under The Scalpel Blade” es el tema que se dio a conocer hacia finales de 2019, a manera de apacigüante ante los ya varios años de no procurar con material fresco a sus incondicionales, y que nos lleva de viaje por el tiempo hacia los años en los que la banda se encontraba en franca transición entre los terrenos del grindcore y el death metal. “The Devil Rides Out” es un portento de pesadez con quizás el riff más vicioso y adictivo del disco.

Seguramente la introducción a guitarra acústica de “Flesh Ripping Sonic Torment Limited” puso a sudar a más de un frenético, que sin embargo pronto sintió que la frecuencia cardiaca le volvió a la normalidad, cuando las guitarras volvieron a su tradicional e insano cauce (a pesar de que a medio camino transitaron de nuevo por un pasaje cadente y de base acústica).

“Kelly´s Meat Emporium”, la cual inicialmente fue trabajada bajo el título de “Stock Carcass” (debido a que sí es una pieza tradicional en el universo de menudencias que dio fama a la banda), va ya en la franca vena del death metal melódico, el sonido que caracterizó a la segunda etapa de la banda (cuando Michael Amott ya militaba por sus filas), y que indudablemente echó muchas raíces en terreno sueco.

“In God We Trust” es otro tema que echa mano de un riff insano y dominante durante la mayor parte de su duración, que sólo es interrumpido para la sección del solo (melódico of course), engalanado ¡por unos aplausos! (sí, aplausos).

“Wake Up And Smell The Carcass / Caveat Emptor”, la cual por cierto lleva por título el mismo que ya habían usado en 1996 para nombrar una recopilación de la banda (la de la polémica portada que muestra el cadáver de John F. Kennedy), es quizás la pieza más elaborada del disco, pues pasa por varios pasajes derrochando técnica y talento interpretativo e incluso a momentos nos hace pecar y poner en duda la integridad del metal extremo y elucubrar acerca de si podría acaso existir el jazz metal e incluso extremo.

Y para finalizar tan fina degustación tenemos “The Scythe´s Remorseless Swing”, una imponente muestra de poderío de añejamiento rebosante, plena de escatológica maestría interpretativa y de brutalidad moderada.

Con respecto al arte de la portada, este es otro rubro que Walker y Steer habrían de aprovechar también para sacar de balance a un buen número de sus seguidores. Y es que en reminiscencia a la estética de las primeras portadas de la banda (algo que en su momento también los hizo famosos), ahora presentan a un corazón elaborado con chiles y verduras, haciendo apología del paso de las carnicerías del pasado hacia la cuidada dieta ideológica del presente. La imagen es una obra del artista Zbigniew Bielak y muestra, entre una insólita limpieza visual, cierta incomodidad emocional al menos en primera instancia.

Ya totalmente aclimatado, Daniel Wilding repite en este su segundo trabajo de estudio como baterista de la banda y Tom Draper debuta en las labores guitarrísticas que Bill Steer considere prudentes.

Con Torn Arteries, Carcass viene fortalecer el catálogo de sus presentaciones por los escenarios del mundo, los cuales son el entorno natural de la banda.  Y con este séptimo trabajo también han renovado sus votos como unos de los máximos artífices de la música extrema y de nuevo vienen a contrapuntear con el concepto de que la cacofonía controlada sí existe.