Avril Lavigne – Love Sux

La carrera de Avril Lavigne pasó por un bache hace unos años, algo que recupera con creces en Love Sux.

Por alguna extraña razón, la nostalgia dosmilera se ha apoderado de la atención de la gente, tal vez la pandemia puso en este sentimiento a las personas que escuchaban sus discos de años mejores o tal vez, nos estamos hartando de géneros como el nuevo rap, el indie o reggaetón y buscamos ampliar más el espectro. Es un hecho, Avril Lavigne no vive de sus fans de antaño, cada vez tiene más de las nuevas generaciones.

El año pasado y después de un receso se le vio junto a Machine Gun Kelly, Mod Suny y Yunglbud; en el caso de MGK su carrera apenas ascendiendo y con Mod Sun salió “Fire” que quedaría en el disco del punk rapper. Desde entonces se empezó a confabular un nuevo disco de la ‘Princesa del pop punk’ y más cuando el factor Travis Barker estaba cercando a estos personajes.

Travis Barker, baterista de Blink-182 se puso a producir y tocar en discos de Machine Gun Kelly (gran parte de su éxito es él) y Avril decidió firmar con su disquera y sacar esta nueva placa titulada Love Sux.

Mientras uno estaba esperando el disco… ¡PUM!.. se anunció el festival When We Were Young, el cual demostró que la generación emo está viva y que por su edad, es competitivamente económicamente hablando y se llenaron 3 fechas -cuando originalmente solo sería una- y entre muchas bandas que reviven los headliners como Paramore aprovecharon el hype para volver a grabar algo; My Chemical Romance seguirá su interrumpida gira del reencuentro y Avril Lavigne, ya con disco y redes vueltas locas con ella y sus invitados, solo volverá a subirse al trono.

DE QUE EL AMOR APESTA, APESTA

Como diría el fallecido Charlie Monttana, de que el amor apesta ¡apesta! Y básicamente es la base de la ideología de este disco hecho en 2022, pero que parece haber sido creado hace 20 años. Cuando Avril lucía sus bermudas largas, su gorra volteada para atrás y su sonrisa inundaba cada canal de televisión. Claro, hay un punto central importante de estos discos como Let Go y Love Sux; no son los invitados tal cual, es quien está detrás de la producción y escribiendo con ella. En una primera instancia fue Tim Armstrong de Rancid y ahora, otro viejo lobo de mar como es Travis Barker.

Lavigne es una chica que si muestra el estado de su vida en las canciones. Cuando era más joven todo era frenético, feliz, skater, lo que se acrecentó cuando se casó con Deryck Whibley de Sum 41; luego con su matrimonio con Chad Kroeger de Nickelback sacó el disco homónimo, el cual era mucho más hard rock y con Marilyn Manson en “Bad Girl”, Kroeger aparece en “Let Me Go”. El bache llegó con Head Over Water, se notaba una Avril a la deriva, un tanto deprimida. Con este nuevo amor en su vida, Yungblud, se denota una vuelta a sus orígenes, en todo sentido.

AVRIL, LA PRINCESA REGRESÓ

Love Sux es un disco rápido, el tema más largo dura 3:40. Muy al viejo Blink-182, siendo directo y con cambios para que no parezca la misma canción una y otra vez. Algo que Barker hace también con su protegido MGK.

En fotografías veíamos que estaba recreando un poco de su pasado, luciendo casi igual a esos años. Solo un poco más ‘madura’. Lo cual compagina con lo que escuchas, desde “Cannonball” sientes que estás en tu secundaria – preparatoria, pero con una mejor producción que dan los años y la tecnología.

Puntos altos que seguro veremos en festivales en USA con MGK es “Bois Lie”, seguro cantarán esto juntos en más de una ocasión. “Bite Me” y “Love You When You Hate Me” con Blackbear que fueran sencillos previos al lanzamiento, ya nos dejaba ver coros pegajosos, concisos y donde Avril empezaría a decir: el amor apesta, pero no me importa y seguiré mi vida.

Entre lo mejor tenemos también “Avalanche” y “Deja Vu”, la cual tiene por ahí un viejo 30STM entre la explosión de los coros.  Pero quitando los sencillos, “All I Wanted” junto a Mark Hoppus, es una joya de la tiara de la Princesa. Es un blink donde la voz de DeLonge solo es catafixeada por la de Avril; incluso mejor que todo el último disco del trío Barker, Hoppus y Skiba.

La canadiense se ha destacado a lo largo de su carrera por hacer baladas de gran calibre y aquí solo hay una y es eso, un golpe para cantarla con tus lágrimas a tope mientras llueve y te asomas como la Rana René, así es “Dare To Love Me”.

Aunque es un disco muy parejo, por ahí “Kiss Me Like The World Is Ending” y “F.U.” no destacan ni tampoco lo harían en sus primeros discos, a menos que acabes de cortar con tu primer amor no pasará gran cosa con ellas.

El final llega con “Break Of A Heartache”, bastante frenética en sus puentes y que resulta un buen final, un tanto abrupto pero que encaja con el concepto del disco al decir ‘no más’.

Love Sux es su regreso al trono, no hay duda, son canciones en su mayoría memorables y que en vivo deben explotar al nivel de clásicos de sus primeras obras. El único ‘pero’ sería el exceso del recurso de coros grupales tipo estadio que aparecen en más de 3 canciones.

Solo queda esperar sus primeros shows y la salida de dos discos más este año, ya que es lo último que ha mencionado. No quiere perder tiempo, ni el hype.

Aquí te dejamos Love Sux en Spotify para que le des play: