Cine
Crítica de Los Tres Mosqueteros, quitándole lo cursi a un clásico
Una adaptación más del clásico de Dumas, Los Tres Mosqueteros vienen recargados para seguir conquistando generaciones. ¿Lo lograran?
Todos para uno y uno para todos. ¿Quién no conoce esa popular frase sacada de la literatura clásica acerca de uno de los equipos más heroicos jamás vistos como Los Tres Mosqueteros? Si no conoces nada acerca de los espadachines creados por Alejandro Dumas o simplemente si quieren ver una versión desromantizada de ellos, llega este estreno que pondrá de moda a estos justicieros de nuevo.
Acción, intriga y romance: el contexto de Los Tres Mosqueteros
Si hay algo innegable es que esta historia es conocida por todos, pues ha trascendido generaciones desde su primera aparición en 1844 en el que Dumas mezclaba el drama histórico para contar una parte de la historia de su país. Ubicada entre 1625 y 1628, el guía de este relato sería D’artagnan y su viaje a París para unirse a esta guardia protectora del Rey Luis XIII.
Ahí, conocería a Athos, Porthos y Aramis, con quienes tendrá que hacer equipo para detener el complot del maquiavélico Cardenal Richelieu que busca destronar al rey y dar un golpe de autoridad en contra de quienes se interpongan en su camino para poder controlar todo el poder de la corona.
La grilla política, los duelos de espadas, el romance, la crítica social, todo muy característico no sólo de la literatura de ese entonces sino del sistema que entonces regía. Sin temblarle la mano y a través de la ficción, Dumas mostraba también las injusticias, los abusos y absurdos de esa época en tiempos donde la discusión entre los republicanos y los monárquicos tenían dividida a su nación.
Esa dualidad fue tan bien capturada en las aventuras de D’artagnan y los Tres Mosqueteros que sigue siendo un referente cultural que ha pasado por diferentes visiones, mismas que han romantizando la idea de esos tiempos, creando churros como la versión de Paul W.S. Anderson del 2011 o la cursi a más no poder visión de Disney de 1993 con Kiefer Sutherland, Charlie Sheen Oliver Platt y Chris O’Donell.
El Despertar de los Tres Mosqueteros: más realistas, mejor adaptados
Afortunadamente esos tiempos parecen haber quedado atrás y ahora, detrás de la mano de Martin Bourboulon, esta producción francesa ha ideado el poder capturar las aventuras de este grupo sin igual pero dándole un toque mucho más realista, donde si bien las características principales de la obra de Dumas están presentes, no se sienten tan tergiversadas por el producto final.
Esta nueva versión tiene una gran ventaja en la forma en que Bourbolon monta la cámara, sobre todo en las secuencias de acción y duelos de espadas, dotándolo de una forma sucia, íntima donde hay lodo, tierra, sangre y demás.
Sin caer en el metódico slow motion de Guy Ritchie y su díptico de Sherlock Holmes, el francés sabe cómo meter la cámara en esas batallas para darle cierto dinamismo y rudeza necesaria que muchas de las anteriores versiones no lograban mostrar, siendo enfrentamientos mucho más delicados.
Esa es tan sólo una de las virtudes de esta nueva adaptación. Otra recae en el estupendo diseño de vestuario y de producción, donde todo se ve bastante colorido cuando debe serlo, así como lo gris y amenazante luce en otras formas, como por ejemplo el detalle y diseño de los trajes de los mosqueteros que se alejan del azul y rojo para mostrar ropas derruidas por la batalla.
Asimismo, la fotografía es bastante atractiva, jugando con una paleta de colores que sustenta la narrativa de la historia. Tal vez el punto más cuestionable sería la edición del filme, pero francamente Los Tres Mosqueteros desarrolla con temple las mejores virtudes del cine francés, dándole tiempo a cada detalle para que el planteamiento de esta historia muy conocida se desenvuelva de la mejor forma.
Todos para uno: el gran cast de Los Tres Moqueteros
Sin embargo, la mayor virtud de esta versión de Los Tres Mosqueteros recae en el cast principal del filme. Comenzando por el trío de héroes, donde Aramis es interpretado por el ya bastante aplaudido Romain Durais como ese desvergonzado hombre que seduce a cualquier mujer, ya sea viuda, divorciada, casada o como sea. Con sutileza y gracia, funciona bastante bien.
Athos, que encarna el veterano de mil batallas, Vincent Cassel, muestra esa abnegación por la verdad pero también ese agotamiento por la vida y su falta de entusiasmo por luchar hasta que conoce a D’artagnan. El otrora vigoroso actor aquí queda bien para representar esta etapa de la vida del mosquetero. Tal vez es Porthos, interpretado por Pio Marmai, el que deja que desear al hacer ciertos cambios en su personalidad que son totalmente innecesarios.
Francois Civil resulta ser un D’artagnan que, en esta entrega, parece un bobalicón medio aodrable, más cómico que aventurero. pero es en las escenas al lado de Lyna Khoudri, que interpreta a su interés amoroso, Constance, donde la química lo saca adelante y compras ese papel de tarado romántico que sea avienta cada línea cursilona de ligue como para no creérsela.
Pero los Tres Mosqueteros también destacan por los némesis a los que tienen que enfrentar, papel que cae en específico en dos figuras en esta cinta. Primero, el Cardenal Richelieu, interpretado por Eric Ruf, cuya mano maligna se cierne detrás de todo lo que pasa. Si bien en esta entrega no luce tanto como otras, da la suficiente pauta para los complots e intrigas que suceden en la Corona Francesa.
Es entonces Eva Green en el rol de Milady que encontramos a la femme fatale de este relato, una verdadera amenaza que bien puede matarte con un arma o desarmarte con su encanto y belleza, conjuntando la malicia necesaria para este persona. Al lado de ellos, tenemos a los reyes. Louis Garrel como un Luis XIII bastante caprichoso y orgulloso, así como Vicky Krieps, a quien parece gustarle esos roles de reinas que no quieren ese título (véase Corsage).
Los detalles de la adaptación: pecadillos de una aventura entretenida
Tal vez dirán ¿es verdaderamente necesario hablar del guion de Los Tres Mosqueteros dado que, por cultura general, sabemos todo lo que pasa? La respuesta es sí, pues a pesar de ser una de las mejores adaptaciones hechas recientemente, también tiene esas omisiones en el desarrollo que la hacen caer en puntos convenientemente inexplicables.
Aunque en esta versión se aprecia que incluyan temas como el conflicto de fe de Athos y las diferencias que tiene con su hermano protestante, así como la unión entre todos los Mosqueteros, entre otros pequeños guiños a la novela de Dumas que casi no se ven en otros filmes, si hay puntos en que todo pareciera ser muy conveniente o hasta olvidado.
Si bien eso puede obedecer a la misma narrativa del clásico, provoca por momentos en casos chuscos, sobre todo en esa parte final que nos deja con un continuará en la boca (y si, también hay una escena poscréditos), algo que ya había anunciado la producción de la película, creando cierta expectativa para ver culminado el arco del héroe de D’artagnan y sus fieles acompañantes, los Tres Mosqueteros, a finales de año.
Afortunadamente, la cinta funciona como un gran entretenimiento de época disfrutable para los que ya están familiarizados con la aventura de Dumas o simplemente abrirle la puerta a aquellos jóvenes que no tiene idea de lo que es el estar todos para uno y uno para todos.