Crítica de Hazme el Favor, Jennifer Lawrence ligando con risas

La comedia, un género que nos ha brindado exponentes tan brillantes desde los inicios del cine como la trinidad de Charles Chaplin, Buster Keaton y Harold Lloyd hasta los espectros mas vulgares o burdos en busca de reírnos de nuestra realidad. Jennifer Lawrence continúa experimentando este género con Hazme el Favor, una alocada e incorrecta comedia donde la experimentada actriz va en plan de ligue. ¿Acaso alguien le diría que no?

De qué trata Hazme el Favor

A punto de perder la casa en la que creció, Maddie (Lawrence) descubre un intrigante anuncio clasificado de un trabajo: unos padres millonarios (Matthew Broderick y Laura Benanti) buscan a alguien para poder “salir” con su hijo introvertido de 19 años, Percy, (Andrew Barth Feldman) antes de que se vaya a la universidad. Para su sorpresa, Maddie pronto descubre que salir con Percy no es cosa fácil.

Jennifer Lawrence produce y protagoniza Hazme el Favor, una arriesgada comedia del director Gene Stupnitsky (Good Boys, 2019) en lo que es su segundo largometraje después de una gran carrera en televisión buscando repetir la misma fórmula de comedia negra e incorrecta en la que su protagonista hace lujo de su oportuna vena cómica y la lleva a límites que no le habíamos visto en el género.

Aunque no es su primera vez provocando risas, sus papeles cómicos suelen tener un aire mucho más serio o realista. Sin embargo, con Maddie vemos esta versión desatada que nos recuerda un poco a su papel en Escándalo Americano (Russell, 2013) pero con un hedonismo desproporcionado. Además, su inmadurez e incapacidad de enamorarse la ponen en aprietos constantemente.

En contraparte tenemos a Barth Feldman como Percy como este joven adolescente ensimismado en sí mismo y la tecnología de su generación, alguien que parece no estar interesado en el sexo ni en salir de su caparazón aunque tenga que hacerlo pronto debido a que parte a la universidad. La labor de este joven actor se complementa de maravilla con la de Lawrence al mostrarse como un chico salido de aquellas comedias sexosas de los 80s tipo La Venganza de los Nerds (Kanew, 1984) o Porkys (Clark, 1983), pero sin la malicia de aquellos.

Es la gran química entre ellos dos la que logra que los momentos más insólitos de Hazme el Favor provoquen risas. La voracidad e intentos de seducción de Maddie chocan constantemente con la ingenuidad del chico, llevándolos a enfrentar todo tipo de desventuras en las que aprenderán que a pesar de la diferencia de edades, tienen cosas en común.

Siguiendo el estilo que le caracteriza, el realizador saca provecho de la comedia de situación sin necesariamente caer en lo grotesco de películas como las de Sandler y compañía, pero si en ese tono irreverente que llega a sorprender debido a la facilidad con la que sus dos protagonistas se animan a ser participes de las locuras.

En el guion, que también llega a hacerle ojitos a aquel gran clásico de culto de Tom Cruise llamado Negocios Riesgosos (Brickman, 1983) pero quitándole todo lo sórdido de su enfoque, vemos ese choque generacional que podría parecernos incómodo pero risible a pesar de la inverosimilitud de las situaciones. Pero no deja de surgir la pregunta de qué pasaría si los roles se invirtieran en el relato, una duda que puede provocar cierta vergüenza ajena inevitable.

Asimismo, muestra el enfoque de dos generaciones aparentemente perdidas en medio de un mundo donde temen dar el siguiente paso y madurar. Uno ensimismado por la tecnología y la sobreprotección tóxica de sus padres que lo hacen recluirse a sí mismo en un mundo donde no encaja mientras que la otra parece no salir de su zona de confort debido a su pasado y el peso que éste tiene sobre ella.

Es en ese planteamiento dramático que por momentos sale a flote donde Hazme el Favor encuentra su talón de Aquiles, pues nunca llegamos a conectar con esa profundidad de sus dilemas, algo que se vuelve como una loza nada divertida hacia el último acto y que provoca que el tono del filme pierda su balance cómico por momentos.

A pesar de esos detalles, Lawrence brilla como la ‘come hombres’ (en perfecta alusión a cierta canción de Hall & Oates) completamente desfachatada que acaba por tener una lección de vida, mostrando que nunca es tarde para madurar y salir de nuestras zonas seguras. Con una comedia cumplidora , sensualona y sin mayor complejidad, Hazme el Favor llega para refrescar un verano en el que las comedias de adultos escasean con todo y sus clichés marcados, destacando por encima de muchas otras del montón.