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Pólvora Live

Hipnosis 2023: un oasis de música al oriente de la CDMX

El Festival Hipnosis regresó, esta vez en el oriente de la CDMX para traernos lo mejor de la música psicodélica.

Mario Valencia

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Resumen del festival Hipnosis 2023

Un oasis. No hay otra forma de describir lo que simbolizó la llegada del festival Hipnosis al corazón de Iztapalapa. Reconozco haber sido el mayor detractor desde el anuncio, sabiendo donde se encontraba el Parque Cuitláhuac y lo caótico que significa llegar a la zona, sobre todo en sábado con el tianguis de las antenas a la vuelta.

Sigo creyendo que es un tanto problemático llegar pero el esfuerzo de llevar varias opciones para movilizarse hasta allá, es de reconocerse. Autobuses ida y vuelta desde distintos puntos, transporte especial para llegar desde Constitución de 1917 o Guelatao, un estacionamiento infinitamente superior al del Parque Bicentenario (no superaré la hora y cuarto que pasé para salir de ahí el año pasado); no había pretexto para faltar a la fiesta psicodélica más importante del país.

Bastó con cruzar el pequeño arco de bienvenida para cambiar toda mi perspectiva acerca del Parque. Lo hecho por Hipnosis fue de una belleza artesanal, con mucha atención hacia los detalles. Todos los puntos claves estaban accesibles: comida, zona de recargas, baños (¡con lavabos!) y mercancía. Aunque el espacio sí es más reducido, es admirable como lograron acomodar ambos escenarios en el estadio de beisbol, punto icónico de la alcaldía.

Pero una vez conocido todo lo que el festival ofrecía, lo vital fueron las presentaciones y cómo siempre, una curaduría impecable y potente.

The Flaming Lips en el Festival Hipnosis
Los globos de Wayne Coyne nos representan. Foto: Mario Valencia/Pólvora.

Guitarrazos desde Nashville cortesía de All Them Witches

Tras haber ganado un puñado de nuevos seguidores el año pasado en el Vive Latino, All Them Witches volvió a México para darnos unos buenos riffs harto stoner como el caluroso clima mandaba.

Charles tiene demasiada presencia ante el micrófono, ya sea cantando las surrealistas letras de “The Death of Coyote Woman” y “Fishbelly 86 Onions” o dirigiéndose hacia el público. Pero Ben McLeod es quien se llevó todas las palmas, tremendo pedazo de guitarrista que merece todo el reconocimiento del mundo. La mirada perdida mientras se concentraba en sus solos fue joya de presenciar. Urge nuevo disco, por favor.

Setlist de All Them Witches en el Festival Hipnosis

  1. The Death of Coyote Woman
  2. When God Comes Back
  3. Enemy of My Enemy
  4. Diamond
  5. 1×1
  6. Workhorse
  7. Fishbelly 86 Onions
  8. Blood and Sand/Milk and Endless Waters
All Them Witches en el Festival Hipnosis
La pura energía en cada instante con All Them Witches. Foto: Mario Valencia/Pólvora.

Hipnosis y el valor real de un festival: presentarnos nuevas propuestas

Que más quisiera uno ser una Wikipedia andante pero con tantas ofertas en la vida, es imposible. Lo mejor del Hipnosis fue presentar actos que de otra forma, serían imposibles verlos por estos lares.

Quienes me dejaron impresionado fue la banda turca Altin Gün. Ellos retoman temas folclóricos de su país y los reinventan con ritmos de pop psicodélico muy agradables. Merve Daşdemir es una estupenda vocalista que se esforzó todo el tiempo en hablar español para expresar su aprecio hacia el público. Por lo que investigué ya hasta salieron en el último juego de Star Wars, ahí nada más. Escúchenlos, es difícil no dejarse llevar por su vibra del medio oriente.

Dumbo Gets Mad fue otra propuesta harto joya. Originarios de Italia, la agrupación interpreta un pop psicodélico bien bailable, dulce en el uso de los teclados y de voz harto pegajoso. Lo mejor fue descubrir el título de su último álbum: Things Are Random and Time Is Speeding Up. Le saben a la vida.

The Brian Jonestown en el festival Hipnosis
The Brian Jonestown Massacre es uno de los consentidos del público nacional. La pura actitud del rock antaño con ellos. Foto: Mario Valencia/Pólvora.

Boy Harsher: el club oscuro que trajo el baile al Parque Cuitláhuac

“Es hora de que bailen”, dijo Jae Matthews con su profunda y provocativa voz. El dúo de Georgia trajo el sonido denso electrónico al Hipnosis, consuelo para los que nos perdimos de su show el año pasado en el Indie Rocks.

Entre penumbras, Jae bailó, provocó entre versos y Augustus, le ponía mucha intensidad a cada beat. Desde el arranque con “Give Me A Reason”, muchos asistentes salieron del enorme letargo en el que estuvieron practicamente todo el día. Un gran momento para escuchar rolones como “LA”, “Tower” y su cover al himno “Wicked Game”.

“Nos duele decir que esta será la última canción”, dijo la rubia vocalista antes de despedirse. Tal vez no tocaron su mayor hit pero que buena impresión dejaron, de lo mejor de la jornada. Solo tengo una queja… Pero ya llegaré a ella al final de todo.

Boy Harsher en el Festival Hipnosis
Da gusto ver cuando bandas así son tan populares entre las generaciones más jóvenes. Foto: Mario Valencia/Pólvora.

The Flaming Lips: el headliner perfecto

Cuatro enormes inflables se apoderaron del escenario vigilado por un omnipresente ojo en las alturas. Los robots rosas se levantaron para la batalla y de entre ellos, Wayne Coyne emergió para llevarnos al Yoshimi Battles the Pink Robots, el álbum que redefinió la psicodelia a inicios del siglo XXI.

Todo el tiempo en contacto con el público, fuese lanzando enormes pelotas, cantando dentro de unos labios inflables o dejándose atrapar entre los robots o dando de trompetazos en “It’s Summertime”, Coyne demostró porque es uno de los mejores frontman de su generación gracias a su calidez como persona. “Griten, griten, griten, eso siempre hace sentir mejor a la gente. Es como una droga del futuro”, decía.

Muchos lloramos al momento de “Do You Realize??” precisamente por esto: el vocalista se dio su tiempo de volverlo un ritual de hermandad. “Esta canción es para que la dediquen a su acompañante y le hagan saber lo especial que son por estar con ustedes”, dijo antes de dedicarle unas palabras a sus compañeros. Bellísimo.

“Saben, el clima de hoy supo que estaríamos aquí porque fue perfecto. No hace ni mucho calor, ni frío, ni llueve. Todo está en orden”, nos hizo caer en cuenta de ello. Pero justo cuando el álbum terminó, la agrupación siguió adelante con tres éxitos indispensables. “She Don’t Use Jelly” fue la cumbre de este simbólico encore.

Lo que hace especial al Hipnosis es esta oportunidad de disfrutar un lado distinto de artistas populares. Al igual que el año pasado cuando Primus interpretó A Farewell to Kings, escuchar en su totalidad la obra maestra de The Flaming Lips fue una de esas experiencias únicas en la vida. Su show desbordó una magia incomparable que en especial sus fans más apasionados, desbordaron en el centro de la pista. Este es mi candidato a mejor show del 2023.

The Flaming Lips en el Festival Hipnosis
Un momento que dificilmente será borrado en la memoria del público de Hipnosis. Foto: Mario Valencia/Pólvora.

Setlist de The Flaming Lips en el Festival Hipnosis

  1. Fight Test
  2. One More Robot/Sympathy 3000-21
  3. Yoshimi Battles the Pink Robots, Pt. 1
  4. Yoshimi Battles the Pink Robots, Pt. 2
  5. In the Morning of the Magicians
  6. Ego Tripping at the Gates of Hell
  7. Are You a Hypnotist??
  8. It’s Summertime
  9. Do You Realize??
  10. All We Have Is Now
  11. Approaching Pavonis Mons by Balloon (Utopia Planitia)
  12. The Yeah Yeah Yeah Song (With All Your Power)
  13. She Don’t Use Jelly
  14. Race for the Prize

Los detalles a mejorar del Festival Hipnosis

Francamente, el Hipnosis no deja de mejorar en cada edición pero hay ciertos detalles que lo alejan de la perfección absoluta. La más notoria esta vez fue el audio. Muchos se quejaron el año pasado de lo mismo aunque me pareció superior lo vivido en el Bicentenario. Sin embargo, salvo Altin Gün, Toro y Moi y The Flaming Lips, el resto del evento sonó demasiado bajo el volumen. Tristeza absoluta.

El cambio interesante este año llegó en forma de tarjetas contactless para comprar alimentos y mercancía. Aunque al principio me pareció igual de horrendo que las pulseras cashless (nunca dejaré de odiarlas) creo que si los organizadores lo ven a futuro, podría traer beneficios más allá de quedarse en esta modalidad de gastos. Qué tal un “si conservas tu tarjeta, tienes acceso especial a Noches Hipnosis, descuentos, etc.”. No lo sé, piénsenlo.

Fotógrafo y reportero desde 2015, programador del Festival Macabro, profesor de Historia del cine en la FES Acatlán y coordinador de materiales en Filmin Latino.

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