Cuando U2 vetó a México por culpa de los hijos de Ernesto Zedillo

Este año U2 ha ido liberando en YouTube algunos de sus más emblemáticos conciertos remasterizados, como parte de The Virtual Road y lo más reciente ha sido la presentación del que dieran en México en diciembre de 1997 en el Foro Sol bajo la gira Pop Mart.

Sin embargo, esta segunda visita de los irlandeses a México se hizo tristemente célebre no por la entrega y efusividad del público mexicano sino por el escándalo que provocó la golpiza que le propinaron elementos del ahora extinto Estado Mayor Presidencial (EMP) a miembros del equipo de seguridad de la banda.

En la actualidad cualquier situación similar se haría viral y terminaría con la dimisión de alguien ya sea como verdadero responsable o simplemente como chivo expiatorio, pero en aquel entonces, los exceso y abusos de los familiares del presidente en turno, Ernesto Zedillo, no solo eran cosa común, sino que no se castigaban.

Supimos del gusto de los hijos de Zedillo por los irlandeses, en una entrevista que le hicieran tres años antes cuando sus asesores de campaña lo presentaron en su casa para crear una imagen más “cercana” debido a su falta de carisma. El 2 de diciembre de 1997 parecía solo otro concierto más para U2 ante un público extasiado que contaba entre sus asistentes a Ernesto, Emiliano y Carlos, hijos del expresidente, pero esa noche sería cualquier cosa menos ordinaria.

Como buenos hijos de político, lograron asistir gracias al tráfico de influencias de su papá que a través de la presidencia se encargó de que sus vástagos tuvieran pases VIP, hasta aquí nada nuevo bajo el sol. El problema empezó cuando extasiados por la euforia del concierto y cobijados por los elementos del EMP, decidieron saltarse unas vallas para ingresar a un área prohibida, fue entonces que el productor de la gira se abalanzó sobre Carlos Zedillo para detenerlo, acto que provocó la violenta respuesta de sus guaruras, quienes sin dudarlo desenfundaron sus armas y uno de ellos le abrió la cabeza a cachazos causando una herida que requirió 12 puntadas.

Ya con la situación fuera de control y al ver frustrado su plan, los juniors decidieron huir ayudados por sus escoltas quienes haciendo gala de su prepotencia los esperaban en una camioneta estacionada en una zona prohibida para escapar. En su prisa por salir, atropellaron a Jerry Mele, un veterano de Vietnam y guardia de seguridad que vino con U2 para protegerlos de los fans (vaya ironía), en el altercado sufrió fracturas en la columna vertebral que le impidieron seguir trabajando.

Luego de enterarse de lo ocurrido, Bono y la banda estaban muy molestos. El vocalista pensó en convocar a una rueda de prensa para dar a conocer lo ocurrido y porque los acontecimientos serían la causa de la cancelación de su show programado para el 3 de diciembre, cosa que no sucedió. El equipo de la banda buscó infructuosos intentos por contactar al EMP para recibir una disculpa, pero estos se limitaron a decir que el incidente era culpa de la promotora del concierto.

Para reducir las tensiones el gobierno mexicano, se comprometió a dar una disculpa a U2 por parte del Presidente Zedillo, cuyo equipo programó una cita con U2 para el 4 de diciembre, reunión donde Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen se reencontraron con los causantes del incidente y eso en lugar de ayudar, empeoró todo pues no solo no ofreció la disculpa anhelada, sino que siguió culpando a la promotora del concierto y hasta se peleó con Bono, quien defendía a ultranza a los organizadores del concierto por la brutalidad de los elementos del EMP.

Hecho que le costó al público mexicano el veto de la banda en sus giras por casi nueve años, según una leyenda urbana la película 7 Días cambiaría al conmover a Bono hasta las lágrimas (más bien vieron cuánto dinero dejaron de ganar con su berrinche) y los traería de regreso con el Vertigo Tour en 2006, pero esa es otra historia.