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35º Aniversario de las dos novelas gráficas que cambiaron el mundo del cómic para siempre
Dos cómics publicados en 1986 revolucionaron el mundo de las viñetas: Watchmen de Alan Moore y Batman: The Dark Knight Returns de Frank Miller y así los recordamos.
Corría el año 1986 y los cómics de superhéroes seguían enganchando a miles de lectores. John Byrne se pasaba a DC para renovar a Superman, después de hacer un trabajo excelente en X-Men y Los 4 Fantásticos; un año antes, Marvel creaba su primer gran “Crossover” con Secret Wars, donde unía gran parte de su elenco de protagonistas para pelear en una gran guerra entre villanos y héroes.
Los protagonistas de los títulos, en Marvel y DC, habían ido evolucionando, pero más como parte de tramas propias de una larga trayectoria, con nuevos retos en cuanto a nuevas habilidades tenían sus enemigos, sin profundizar mucho más en sus personalidades o idiosincrasias. Pero dos lanzamientos de aquel año se encargarían de cambiarlo todo. Aquellas novelas gráficas estaban a punto de darle un giro a la forma en la que veíamos a los brillantes superhéroes, hasta entonces siempre del lado del bien y cuyos inmaculados valores morales estaban por encima de cualquier situación.
Alan Moore, que venía de trabajar también en Superman y que estaba publicando su ambiciosa obra V de Vendetta, iniciaba una serie limitada de 12 entregas que tituló “Watchmen”. La historia gira en torno a un grupo de héroes, herederos de otro anterior conocido como los “Minutemen”, algunos años después de su disolución. La muerte de uno de sus integrantes dará lugar a toda una serie de acontecimientos que harán tambalear al mundo.
Pero lo verdaderamente relevante de esta obra, más allá de la trama y del estilo en que se presenta, alternando cómic con escritos que cuesta, al principio, relacionar, es la crítica a una sociedad y ese sentimiento humano de esperar que unos héroes idealizados y beatos nos salven de todos los males. El retrato íntimo de la psicología de esos presuntos héroes nos hace poner los pies en el suelo. Mención especial merece uno de los protagonistas, Rorschach, al que Moore dibuja como su idea de lo que sería un Batman en la realidad: sucio, bronco, descuidado e, incluso, desequilibrado.
De hecho, es Batman quien protagonizaría el otro título que cambió el mundo de las viñetas ese año con “Batman: The Dark Knight Returns”. Frank Miller rescataba a un Bruce Wayne mayor, que se había alejado de su alter ego, para que reapareciese en una ciudad decadente y carcomida por la delincuencia y el relativismo. Wayne, quien se había dedicado a vivir como un millonario despreocupado y con cierta indulgencia respecto de sus tareas, siente como Batman araña sus entrañas para volver a salir y poner orden en una sociedad que mezcla admiración y desprecio a su figura.
Además de un retrato pesimista de la humanidad, Dark Knight nos presenta al hombre murciélago como un ser cínico, violento y expeditivo, que disfruta impartiendo su justicia, aunque sus métodos sean más que cuestionables. En una de las escenas, Kent recuerda como Batman declaraba en un Comité que pretendía ilegalizar sus actividades en el pasado, y tras una carcajada afirmaba: “Claro que somos criminales, siempre hemos sido criminales. Tenemos que serlo.”
La repercusión de las obras de estos dos autores trasciende a sus creaciones originales. En muchos casos, pasan total o parcialmente al celuloide, con desigual fortuna: Alan Moore siempre se ha mostrado molesto y ha renegado de las adaptaciones de sus obras, como “From Hell” o la propia “Watchmen”, en la Zack Snyder hizo lo que pudo, dentro de la dificultad que tiene para ser adaptada; donde le damos absolutamente la razón es con el disgusto de “La Liga de los Hombres Extraordinarios”: un auténtico desastre.
Frank Miller, en cambio, vio como “Sin City” se adaptó al celuloide con religiosa meticulosidad por parte de Robert Rodríguez; su “Dark Knight”, en cambio, ha sido fragmentado y utilizado a trozos en diversas partes de la saga cinematográfica de Batman. El próximo estreno, “The Batman”, fue presentado en agosto en el CinemaCon de Las Vegas, la ciudad de los espectáculos, de las bodas con Elvis y de los casinos, cuyos torneos tienen una reputación especial entre los jugadores profesionales de póker. Por lo que se rumorea, esta nueva película del héroe de Gotham City se basará en “Batman: Año Uno”, que realizó el autor con la ayuda de David Mazzucchelli.
“Año uno” fue estrenada poco después de The Dark Knight Returns y siguió la estela de novela gráfica de calidad que ya había iniciado Miller. También Moore trabajó con Batman al cabo de un par de años en “La Broma Asesina”, y un año después aparecería su siguiente obra maestra “From Hell”.
El camino ya era imparable: el mundo del cómic había cambiado, tenía otra profundidad, ya no era exclusivamente para niños y preadolescentes. 1986 lo cambió todo.