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Cine

Crítica de La Ciudad Perdida: bienvenidos a la jungla de Bullock y Pitt

La Ciudad Perdida logra lo que muchas películas del 2022 no han conseguido: entretener, ser palomera y sobre todo, no tomarse nada en serio

AJ Navarro

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La Ciudad Perdida

La nostalgia ochentera es algo que sigue muy presente en el mundo del cine. Pareciera que estamos estancados en una especie de túnel del tiempo en el que revivir, rebootear, o hacer una secuela remake (o recuela pa’ los más pros) que de repente traiga esos clásicos de vuelta pero los reinterprete, reinvente y en muchos casos, los eche a perder de muy fea manera.

Uno de esos pequeños clásicos de culto es la súper cutre pero entretenida Dos Bribones tras la Esmeralda Perdida, del buen Robert Zemeckis (más cerca de Volver al Futuro que de Marte Necesita Mamás), donde el romance, la aventura y la comedia se mezclaban para crear una química, de esas de chispa automática, entre Michael Douglas en su era de galán y la popular Kathleen Turner así como Danny DeVito como el eterno patiño que nunca le salían bien las cosas. Tan bueno fue el resultado que a Hollywood le alcanzó para una secuela, La Joya del Nilo, menos divertida, más absurda y con otro director que ya no supo sacarle lo mejor a su pareja dispareja estelar.

LA CIUDAD PERDIDA, UNA AVENTURA A LA VIEJA ESCUELA

Han pasado casi cuarenta años de ello y ahora, los hermanos Nee, aventureros con solo un par de largometrajes en su haber, toman la bandera del subgénero de las comedias románticas de manera alocada para juntar a la única y original ‘Miss Simpatía’, Sandra Bullock con el casi stripper guapo más menso de Hollywood, Channing ‘Magic Mike’ Tatum, en La Ciudad Perdida, una aventura que toma muchos elementos no solo de esta mezcla de géneros sino específicamente de aquellas dos cintas de los 80 que han ya marcado a un par de generaciones.

Bullock es Loretta Sage, escritora de novelas romántico eróticas de aventura que han sido un éxito hasta ahora. En medio de la gira promocional de su más reciente novela, donde está acompañada del modelo de portada medio descerebrado y musculoso, Alan (Tatum), ella es raptada por un millonario berrinchudo de nombre Abigail Fairfax (Daniel Radcliffe, pequeño pero maloso) que está convencido de que es la pieza clave para encontrar un tesoro perdido.

La Ciudad Perdida
Gran acierto unir a Bullock junto a Tatum. Foto: Paramount Pictures.

Algo que se tiene que aplaudir de La Ciudad Perdida y los Nee es que saben de manera perfecta lo que quieren hacer con la cinta: entretener. Y aunque el guion es el colmo de la simpleza y de lo predecible, tiene momentos bastante graciosos y cuenta con la extraña pero entrañable química entre ambos protagonistas. Dato curioso: originalmente, Ryan Reynolds estuvo en charlas para hacer de nuevo la dupla dorada con Bullock pero no pudo por su apretada agenda de hacer de él mismo en sus recientes filmes, por lo que optaron por Tatum, que afortunadamente fue un acierto.

Entre ambos se nota una chispa cómica que además les permite jugar entre ellos acerca de su rol. ¿Es acaso Sandra la damisela en peligro o será Channing el que tiene ese papel? Eso es parte del encanto en La Ciudad Perdida. A eso, le sumamos a Radcliffe, que parece hecho para los papeles de niño berrinchudo queriendo su paleta, o en este caso, su tesoro perdido. Aunque es un malo bastante plano, le sienta bien sacar esa cara que sería digna de un alumno de Slytherin.

Pero la mayor sorpresa tiene que ver con el verdadero héroe americano: Brad Pitt, que aquí hace una breve aparición como Jack Trainer, un mercenario que acepta pagos en criptomonedas y te hace descuentos en rescates. El poco tiempo en pantalla de Pitt se vuelve memorable y le da muchísima vida y risas a la cinta en ese primer acto de locura.

La Ciudad Perdida
¿Harry Potter de villano? Sí a todo. Imagen: Paramount Pictures.

Claro que, como buen filme que sigue el abc del género romántico aventurero, el ritmo de La Ciudad Perdida tiene un bajón a la mitad gracias a una sub trama de esas que son completamente innecesarias para después recuperarse y dar un final divertido con una escena de mitad de créditos hilarante y absurda, dos adjetivos que definen de manera perfecta este proyecto de los Nee.

Aunque a veces los catorrazos se quedan cortos y la música parece sacada del libro de las partituras musicales para dummiesLa Ciudad Perdida logra lo que muchas películas en este principio del 2022 no han conseguido: entretener, ser palomera y sobre todo, no tomarse nada en serio, lo cual ayuda a que esta búsqueda de un tesoro perdido sea no sólo nostálgica sino divertida, parecido a la experiencia de leer una de esas novelas cutres como las que escribe nuestra protagonista, de esas que sabes que puede ser mala pero que no puedes dejar de checar un domingo por la noche.

Comunicólogo, amante del cine, la música y todo lo que sea cultura. Forjando una carrera en el medio desde 2018 a la fecha. Colaborador en varios espacios, consciente de que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

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