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Cine

Crítica de Oppenheimer, Nolan al rescate del espectáculo hollywoodense

Finalmente, llega a salas nacionales la nueva película de Christopher Nolan, Oppenheimer, acerca del afamado físico.

Mario Valencia

Publicado

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Reseña de Oppenheimer
4.5 Reviewer
Calificación

Con Christopher Nolan uno nunca sabe, sobre todo para alguien con poco gusto por su trilogía de Batman y mucho menos para esa oda al poder del amor llamada Interestelar. Pero Oppenheimer es distinta en todo sentido. Desde la concepción de crear una obra a partir del hombre responsable por la bomba atómica, un ladino y brillante físico, encarnación de la paradoja, llevó su ambición hacia la dirección correcta.

Demasiado se ha hablado al respecto: de si no se utilizó CGI para nada, de su estelar reparto con estrellas como Cillian Murphy, Emily Blunt y Robert Downey Jr. en su regreso a la actuación desde El Juez (jeje) y claro, sobre la coincidencia de ser estrenada junto a Barbie de Greta Gerwig que ha desencadenado que las redes sociales se inunden de memes.

Lo concebido aquí es una épica en semejanza al Hollywood de la Era de Oro, cuya alma va junto a la rebeldía y moral ambigua al estilo del Nuevo Hollywood. Paul Schrader, guionista de Taxi Driver, ya lo dijo: si tienen que ver una película en cine este año, es esta. El hombre, no miente: el filme es un suceso cuya importancia recae en ser el parteaguas de que sigue en la estancada industria estadounidense.

Reseña de Oppenheimer
Por supuesto que Downey Jr. aspira al Oscar con esta actuación. Eso no se duda. Imagen: Universal Pictures.

“No temerán hasta que no lo entiendan”: de que va Oppenheimer

Basada en la novela Prometeo Americano de Kai Bird y Martin J. Sherwin, la cinta narra gran parte de la vida del renombrado físico, J. Robert Oppenheimer, desde sus andanzas universitarias hasta la cacería de brujas que sufrió tras la Segunda Guerra Mundial debido a su pasado relacionado con el comunismo. A lo largo del relato, aprendemos más acerca de sus mentores, las relaciones amorosas que llevó y en especial, de sus años como líder del Proyecto Manhattan, encargados de ganar la carrera armamentística contra las fuerzas del Eje.

Oppenheimer es maravillosa. Desde el primer instante, Nolan regresa a esta compleja creación de personajes que primero le vimos en Memento, donde los horrores atacan a la psique del protagonista en cada paso. Esta culpa reprimida y exteriorizada en una clase de manipulación hacia quien cruce su camino, es interpretada de forma impecable a través del sonido y un joya uso del gran angular al momento de los close ups hacia Murphy. Verlo llega a ser estresante, monstruoso y a la vez, fascinante. Es imposible no dejarse llevar por su labia cuando al mismo tiempo, entendemos el debate moral que atraviesa.

El director se dio la gran libertad de estudiar a sus predecesores puesto que el montaje, funciona muy similar al JFK de Oliver Stone. Jugar con distintos estilos de fotografía, entre un elegante blanco y negro y un mundo sacado de una pintura de Hopper, va de la mano de esta gran tesis que aborda de la paradoja y lo contradictorio en el actuar de todos los personajes que entran a escena, entre sus visiones subjetivas de las situaciones.

Es increíble empatizar a con Oppenheimer porque aunque es un infiel, mujeriego y un desvergonzado político, es tan humano como cualquiera hasta el punto de explotar su lado más vulnerable hacia su beneficio. Quedar como un mártir ante la gente poco le importa… Aunque nadie sabe a plenitud cuales son sus verdaderas intenciones. ¡Cómo faltaba ver este tipo de personajes que saben equilibrar maldad y bondad!

Junto a Murphy, el resto del elenco brilla, más por el inteligente acomodo de sus intervenciones. Todos tienen una importancia que brindar a la obra. Downey Jr., carajo, como extrañaba verlo actuar en algo que no fuese una atracción de feria. ¡Una fuerza antagónica tan maliciosa imparable! Al principio, fue curioso ver a Rami Malek como simple científico en segundo plano hasta que fue su turno de hablar. Y resolvió todo en unas cuantas palabras que quebrantan cualquier fuerza opresora. Excelente.

Sin embargo, el gran héroe de la obra es el sonido. Es gracias a su brillante edición que tenemos una de las nuevas mejores secuencias en la historia del cine: la prueba Trinity, el primer ensayo exitoso de una explosión atómica. 15 minutos que quedan grabados en la memoria por la tensión que provoca, el rostro de angustia, la posibilidad de perder años de trabajo y millones de inversión. Cuando la luz blanca se apodera de la pantalla, es imposible no ceder ante el asombro. Si ustedes son de los que les da ansiedad ver spoilers, piensen en esto: saben que el experimento fue un éxito, pero lo emocionante fue ver el cómo.

Ahora, lo cierto es que Oppenheimer no es perfecta, aunque parece que no intenta serla. El frenético ritmo que maneja arrebata esta intención de thriller político, pues todas las resoluciones llegan casi de manera inmediata (salvo un par por ahí, como el último gran giro) y no hay realmente un momento para dejarse llevar por el suspenso de la audiencia contra Oppenheimer. Por ahí también la parte melosa no ayuda en mucho pero al menos, no fue tan excesiva y es más tolerable que Interestelar. La verdad.

Reseña de Oppenheimer
Cillian Murphy siempre mereció un protagónico a este nivel. Si no me crees, velo en Desayuno en Plutón y Vuelo nocturno. Imagen: Universal Pictures.

Conclusión

De Nolan dependía sanar este rezago por el que atraviesa la industria popular hollywoodense y sin reinventar la rueda, retomó los elementos que enriquecen al cine como el arte más grande y los llevó a niveles que los norteamericanos no se habían atrevido a hacer desde Petróleo Sangriento. El montaje alrededor del sonido y el actuar de la imagen, es de alguien que entiende la riqueza del lenguaje cinematográfico, que sabe emocionar a la audiencia a través de elementos que muchas veces damos por sentados, como la música (magistral partitura de Ludwig Göransson) y el propio silencio.

Oppenheimer es impactante, una exposición sobre los horrores tangibles de hasta donde es capaz de llegar la humanidad para destruirse y lo poco que entendió tras los bombardeos en Japón. De la gente que mueve los hilos detrás de nosotros y la imperfección de todo lo que enaltecemos. Complementa tu visita a Oppenheimer con La tumba de las luciérnagas y On the Beach, para entender la tragedia o la paranoia que este suceso trajo al mundo.

No coincido con Schrader cuando menciona que esta es la mejor película del siglo (ese honor aún lo mantiene La gran belleza de Sorrentino) pero sí es esencial entender lo que se logró aquí. Junto con todas las virtudes mencionados, ¿en serio un título de gran estudio utilizó efectos prácticos y construyó sets reales en la era del CGI? ¡Un oasis para las pantallas! Además es una pieza para verse en el cine, no salgas con tu perrada de esperarla a plataformas.

Fotógrafo y reportero desde 2015, programador del Festival Macabro, profesor de Historia del cine en la FES Acatlán y coordinador de materiales en Filmin Latino.

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