Definitely Maybe, el debut perfecto de Oasis

1994 no solo fue el año de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en el que Kurt Cobain fue suicidado o el del mundial de fútbol en Estados Unidos, también fue el mismo año en que Oasis lanzó su disco debut, el aclamado Definitely Maybe, un 30 de agosto bajo el sello Creation Records.

Si con Blur se pensaba que se había visto la respuesta inglesa a la invasión del grunge, todavía faltaba ver lo que los conflictivos hermanos Gallagher tenían que decir desde el punto de vista de la clase obrera. El quinteto de Manchester -la ciudad cuna de la revolución industrial- irrumpe en la escena musical de fin de siglo con un álbum que parecía querer arrasarlo todo para colocar a Oasis anteriormente, llamados The Rain (1991), en el lugar de la mejor banda del mundo.

Definitely Maybe se presenta como una excelente compilación de rock & roll a la vieja escuela donde Noel Gallagher exhibe sin pudor las influencias tomadas a The Who, The Jam, The Smiths, The Rolling Stones, David Bowie y desde luego a The Beatles, para crear un memorable conjunto de himnos atemporales. De manera atípica, un debut perfecto que de manera inmediata se convierte en un clásico de los noventa y con el paso del tiempo se ha reafirmado como obligado en la historia de la música popular británica del siglo XX.

Los himnos dentro de Definitely Maybe

Un debut demoledor que vuelve a poner en primer plano la música de guitarras, no solo con grandes himnos como “Live Forever”, “Supersonic” o “Cigarettes & Alcohol”, sino con acompañantes del nivel de “Rock ‘n’ Roll Star”, “Shakermaker”, “Slide Away”, “Bring It On Down”, “Up In The Sky”, de un día para otro hizo del grupo en paradigma obligado del indie-rock Made in UK, cambiando para siempre las reglas de un juego global hasta entonces dominado por la desesperanza del grunge y las reminiscencias lisérgicas del new wave de finales de los 80.

Definitely Maybe marcó un quiebre cultural en una Inglaterra convulsa muy golpeada por las reformas Tacheristas, dando inicio con una poderosa explosión suburbana al reinado del llamado Britpop. Orgulloso poseedor de un sonido guitarrero digno de la vieja escuela, una seductora esencia vintage y una imagen estético-sonora tan casual como arrogante que logró llenar por completo ese vacío musical y social dejado por la desaparición de The Stone Roses. Ni qué decir del impacto generado por el “suicidio” de Kurt Cobain, siendo razones más que suficientes para cautivar a millones de jóvenes alrededor del mundo, que encontraron en Oasis una banda en la cual veían representados todos sus anhelos, miedos e inquietudes.

Las 100 000 copias vendidas en sus primeros cuatro días confirman la consolidación de un movimiento sonoro que venía gestándose años atrás, pero que aún no encontraban su obra maestra para mostrar los dientes. Con Oasis, Manchester volvía a ser el epicentro de la escena musical británica con la fórmula perfecta: composiciones sensacionales, realismo puro proveniente del corazón de los suburbios y un coqueteo a la psicodelia más experimental de los 60, la mezcla perfecta.Tuvo 5 sencillos: “Supersonic”, épica lisérgica pura, optimista, acelerada y rebosante de confianza. “Shakermaker”, psicodélica y espacial; “Live Forever”, la respuesta contundente al manifiesto grunge, una letra irresistible, en un persistente riff que dibuja un paisaje sonoro donde siempre sale el sol capaz de hacer que las lágrimas broten del concreto.

“Cigarettes & Alcohol”, la reivindicación de los excluidos, con un mensaje contra un sistema gris, opresivo y renuente a dar oportunidades iguales a todos. “Rock ‘N’ Roll Star” un nuevo rock tan crudo como optimista deja su marca indeleble en los oídos de una generación que hasta ese momento solo conoce los extremos.

Como dato curioso, de todas las ediciones que existen en CD sobresalen dos: la mexicana que incluye “Whatever” como bonus track y la japonesa que incluye los magníficos “Cloudburst” (Lado B de Live Forever) y “Sad Song” (Lado B de Supersonic).

En 2024, Definitely Maybe llega al tercer piso como uno de los grandes clásicos atemporales de nuestro tiempo, conceptual y sonoramente vigente, como un fiel reflejo de la época y el lugar que lo vio nacer. Su título es la síntesis perfecta del concepto: su aportación al rock es definitiva, indispensable en cualquier fonoteca que se respete y que por azares del destino cumple 30 años, justo el mes que luego de haberse disuelto en 2009, se pone punto final a la larga guerra fratricida de los hermanos Gallagher para resucitar a Oasis en el siglo XXI.