Porter: así fue la noche del dragón en el Auditorio Nacional

Aún no logro concebir lo que se vivió ayer en la noche en el Auditorio Nacional con la tocada del Porter. Perdonen sí me voy luego luego al punto, fue magnifica y completa la presentación de los tapatíos ante su público chilango.

La crónica del volcán

Aproximadamente a las 8:40 pm la banda salió, así sin telonero, simplemente Porter al escenario a la disfrutada de su música. De inmediato, cada quien se puso detrás del instrumento y posterior a los aplausos de bienvenidal comenzaron la velada con “Himno Eterno”. Las luces brillaban y se destacaba un bonito volcán inflable con lava de luces rojas en la parte de atrás de la banda.

Los seguidores de Porter no me dejarán mentir al mencionar que el setlist de la banda estuvo al nivel, satisfaciendo a nuevos y viejos seguidores. Fue como ver a tres diferentes bandas en el mismo escenario, viajando desde su etapa más experimental con rolones cómo “Host of a Ghost”, “Daphne” y obviamente “Espiral”, pasando por los tintes más folclóricos con “Palapa”, ”Murciélago” y “La China”, navegando por las nuevas notas de su más reciente entrega La Historia Sin Fin, en donde ejecutaron de manera excelsa “Sayonara”, “Cachito de Galaxia” y “Ranchito”.

Posterior al “Sayonara”, la banda hizo un intermedio, un eterno intermedio que duró cerca de los 20 minutos. La racita ya estaba descansando de toda esa energía y magia que transmitió Porter. Sin embargo a los tantos minutos se dejaron escuchar los famosos chiflidos de desesperados, pero fueron prontamente apagados por una dinámica super graciosa en donde la banda, empezó a interactuar con los anuncios del Auditorio Nacional. Cada que salía el cartel con fecha de alguna banda o artista en la pantalla, la banda comenzaba a ovacionar a lo que saliera. Cabe destacar y como dato innecesario para esta nota, los anuncios que más se llevaron las palmas fueron los de la Sonora Dinamita y los de la Rosalía.

La gente estaba feliz, se podía oler en el ambiente. Lo que transmite Porter es energía pura, es emoción, y ni su eterno intermedio sería motivo para bajar los ánimos. Ese descanso largo, estuvo completamente justificado, puesto que además de un cambio de indumentaria, lo que nos esperaba seria brutal.

Porter y sus invitados de honor

Afortunados aquellos que no se spoileraron las sorpresas de la noche por medio de las redes sociales de los invitados, puesto que fueron la cereza en este pastelote. La primera en pasar sería Samantha Barrón para cantar “Cachito de Galaxia” canción que originalmente la acompaña Ana Torroja. Samantha rifo, trae la misma energía de la banda, por lo que la rola fue bien absorbida por los ánimos de los asistentes.

Los segundos en llegar, posterior al descanso fueron los chidos del Camilo VII para rifarse “Sintergia”, rolita en la cual ellos colaboran y que en acompañamiento de luces verdes y mucho humo pudimos disfrutar por primera vez en vivo.

La última en salir al escenario para cerrar esta triada de grandes invitados fue Ximena Sariñana, quien para mi sorpresa (por que la rola que acompañó es una de mis favoritas del ultimo disco) se subió a acompañar a David para juntos cantar “Mamita Santa”.

La noche del dragón

De esta forma llego a la conclusión. El hecho es, que creo que no le haría justicia a todo lo que entregaron en el escenario en estas líneas. Dejemos algo claro: quién para este momento dude de Porter como uno de los grandes mexicanos, es porque neta no ha escuchado nada de música en años.

Porter trae el nivel muy por arriba y lo que se vivió ayer por la noche fue extraordinario, una ejecución maravillosa en donde la misma energía giraba entre ellos, el juego de estar bailando en el escenario, de cambiar sus instrumentos en algunas rolas, el baile contagioso de David Velasco y el constante agradecimiento aderezado con las luces el Dragón inflable y el volcancito hicieron que fuera más que acogedora la noche.

El grupo lo disfrutó, se pudo ver en los ánimos de Fernando, Víctor, Diego y compañía, quienes entregaron todo en cada nota. Ni hablar del buen David quien en mi famosa escala de interacción con el público, se sacó un 10 con grandes numerotes.

Ya para el final culminaron con lo que a mi parecer es el pináculo del encuentro de las generaciones, la rola con la cual nos encontramos los vejetes con la juventud y lo que conceptualiza el amor a esta banda, “Huitzil” fue la canción mas esperada y la del cierre. Una despedida con la que Porter nos deja muy en claro que todo el legado que nos han dejado, se debe de sentir vivir y respirar nota tras nota.