Pólvora Live
Crypta, Krisiun y Nervochaos: La invasión brasileña llegó a la CDMX
Llegó la invasión brasileña con puro death metal a la CDMX de la mano de Crypta, NervoChaos y Krisiun. Acá te contamos que tal estuvo.
Siempre emociona ver la larga fila para entrar al HDX. Deja vú de lo vivido un año atrás con Incantation, la gente daba la vuelta a la avenida para entrar a la invasión brasileña, evento pospuesto durante varios veces pero que reunió a tres bandas importantes del corazón amazónico: Crypta, NervoChaos y Krisiun. Death metal para destrozar los sentidos antes de que termine el año, justo lo que doce meses de estrés laboral, ansiedad económica e incertidumbre social, pedían a manera de catarsis.
Lentamente caminamos paso a paso sobre la fila. Es muy extraño que lleguen puestos con la mercancía no oficial al recinto pero esta vez estuvieron, incluso ofreciendo sobrantes de otros shows como Discharge. Uno llevaba el vinil de Leprosy de Death. “Mil pesos joven, trae el CD también”, comentó. El aguinaldo ya no da para tanto y aparte, faltaban las cervezas de adentro. “Gracias, pues”.
CRYPTA A LA CONQUISTA DE SUS FANS
He visto pocas bandas que levanten tantas pasiones como Crypta, especificamente Fernanda Lira y la baterista, Luana Dametto. Vaya, ni siquiera recuerdo cuantos “te amo” escuché en solo cuarenta minutos. Supongo así de intensos son los fans de las estrellas pop cuando asisten a sus conciertos.
La presentación en CDMX, ya con visa en mano del cuarteto, no pudo ser mejor, con todo y una breve falla en el sonido. Alumbradas por velas en su visceral rito mientras el ventilador soplaba la abundante cabellera de su líder, las brasileñas bien pudieron ser el acto principal de la noche por la euforia desatada, el calor del moshpit y la entrega de sus integrantes. Jessica, la guitarrista, ejecutó con furia cada solo pero cuando se trataba de recibir flores, lucía tímida. Encantadora.
Así sonaron los temas de su debut, Echoes of the Soul, algunos que se han ganado bastante reconocimiento como “Starvation”, “Shadow Within” y “From the Ashes”.
Fernanda, siempre agradecida por el calor de los mexicanos, dedicó su presentación al difunto Adán Moreno, personaje icónico de la escena regia y que la trajo por primera vez a nuestro país durante su paso con Nervosa. Una grande.
Al final se acercaron a saludar a todos, chocando puños y unos más afortunados, hasta se tomarían su foto con ellas.
NERVOCHAOS, DEATH METAL CON ACTITUD PUNK
Seré franco al decir que desconocía la carrera de NervoChaos, misma que inició desde finales de los 90. ¡Cómo pude vivir en tremenda ignorancia! Si los guamazos se pusieron buenos con Crypta, aquí acabé con la espalda destrozada como hacia mucho no me tocaba ver. Una genialidad.
“Dios no está aquí con nosotros esta noche”, decía el malencarado vocalista antes de dedicarle toda una oda a Pazuzu. El show de NervoChaos fue una brutalidad en todo sentido: los guturales son impresionantes, las líneas de bajo bastante complejas, el doble bombo a tope de velocidad y la señal de los cuernos, en el aire todo el tiempo.
Es una banda muy honesta con lo que busca, algo remarcado por las palabras de su cantante al mencionar que lo hacen por pasión, no por moda (suena mejor en inglés, claro). Excelente recital en el cual, se ganaron a un nuevo fan aquí.
KRISIUN, EL LÍDER DE LA INVASIÓN BRASILEÑA
“¡Camargo, Camargo!”, gritaban los asistentes, ansiosos de presenciar a una auténtica leyenda del metal latinoamericano. 32 años de historia avala el poderío de los hermanos Alex, Max y Moyses, quienes están teniendo un éxito considerable gracias a su nuevo disco, Mortem Solis.
“Esta noche todos somos mexicanos, todos somos latinos”, gritaba Camargo al micrófono, ya con su voz rasposa pero con mucha actitud todavía por ofrecer. Si no me creen, es porque no vieron su monumental forma de beber una cerveza de un trago mientras sus colegas, tocaban a ritmo de “La Grange”. Épico.
En esta ocasión, el público se mostró más tranquilo, respetuoso hacia una banda veterana pero que sigue lanzando bestias como “Necronomical” y “Serpent Messiah” o recordarnos maravillas noventeras como “Apocalyptic Revelation”.
Al final, se despidieron con “Hatred Inherit”, no sin hacer un reiterado hincapié a su fascinación por México. Con el cierre del Brazilian Invasion, Chamuco concluyó un gran año lleno de esfuerzo para traer buenos shows independientes en cualquier subgénero metalero. El HDX cada vez funciona mejor, pocas veces falla a niveles técnicos y es una buena alternativa para quienes vivimos en el norte de la CDMX. Bien por ellos.