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And One en el Pabellón Oeste: una sensual fiesta de sintetizadores

And One regresó a la CDMX tras cinco años de ausencia y a ritmo de todos sus clásicos, complació a todos por casi dos horas.

Mario Valencia

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And One en el Pabellón Oeste

Jamás dejará de ser cierta aquella afirmación de “México es el país más surreal del mundo”. Bastó con poner pie en el transborde de Centro Médico para iniciar una aventura a las distintas facetas de los melómanos nacionales. A bota respingada y sombrero, se dirigía la comitiva al Foro Sol para Grupo Firme. Con los rostros pintados de colores y atuendos casuales dignos de un fin de semana en Real de Catorce, los jovenazos emprendían marcha a Tame Impala (mis respetos para ese hombre, por cierto). Finalmente, una larga sombra negra conformada por entes de la noche, se preparaba para el regreso de And One a la CDMX, cinco años después de su última presentación en el extinto Plaza Condesa.

Un sold out marcado por la añoranza a escuchar en vivo los temas que hemos bailado y coreado infinidad de veces en los clubes nocturnos capitalinos. No necesitaron de música nueva para volver: sólo necesitábamos el beat de And One para bailar de nuevo como locos.

Dada la enorme cantidad de gente para llegar a aquellos lares, me fue imposible ver completo el show de Dimitri Berzerk. Sin embargo, los pocos minutos que pude ver fueron bastante lúcidos. Quizá un tanto conceptual con la parte de la declamación pero se notó un enorme esfuerzo en la producción, cómo en sus acompañantes enmascarados para las percusiones. Un grande.

And One en el Pabellón Oeste
Steve le debería dar clases de hacer corazones a Peña. Foto: Mario Valencia/Pólvora.

“Desearía ser de México”: And One y el reencuentro con sus fans

Las luces del Pabellón Oeste apagaron pasadas las 9 pm. Los gritos retumbaron como nunca había sentido en la sede. Los sombreros militares de varios asistentes lucían cual uniforme preparado para la ocasión y cuando Steve Naghavi apareció a escena para comandar sus huestes, el ritmo no disminuyó ni un segundo. Muy apropiado empezar con “Atomic Bomb”, sin duda.

Las parejas bailaban abrazados con “Love You to the End”, todos brincamos con la brutalidad industrial de “Steine sind Steine” y se coreó el “Killing the Mercy” como si la vida dependiera de ello. El sonido fue perfecto, sin ninguna falla. Era satisfactorio escuchar las respiraciones del cantante cuando se paseaba de un lado a otro del escenario.

La actitud de rockstar dio paso al momento sensual. Sin pudor alguno, Steve comenzó a bailar provocativamente, con todo y lamida hacia uno de los reflectores laterales. De repente, Joke Jay, el baterista, dejó su puesto. “Hace calor aquí”, dijo. Los dos empezaron a cantar para la parte final desde el “Männermusik”, “Techno Man” y “Second Voice”. La energía transmitida por ambos, fue incomparable. Esa complicidad no la desarrolla cualquiera.

Había llegado el momento del primer encore. And One volvió a la tarima cuando de la nada, Joke Jay ya llevaba cargando un Dr. Simi bien trajeado. Muy contento, lo puso a bailar “Metalhammer” antes de dejarlo a un lado. Pero cuando llegó el momento más esperado de la noche, parecía que el Pabellón sería derrumbado por la fuerza de miles de personas brincando con “Military Fashion Show”. Steve solo extendía su micrófono hacia nosotros para complementar el coro y la voz al unísono, no tuvo comparación. Estuvo lleno de pasión y entrega en cada verso.

Regresarían una vez más para el “Shouts of Joy” y entre elogios y gritos pasionales, And One se despidió con la promesa de volver (esperemos no hasta 2028, según sus cuentas). De los mejores shows en lo que va del año, a pesar de que esta es la primera vez en la vida que sentí a toda la gente más preocupada por grabar todo el concierto que por dejarse llevar por el ritmo. Fue extraño.

Al final, todos marchamos en nuestra pasarela negra hacia el metro Velódromo donde por alguna razón, en el venue donde hace unos días estuvo Cypress Hill, sonaba alguien cantando “mil campanas suenan en mi corazón”. Hasta ahí hubo un evento de esos tipo 90s Pop Tour. México mágico musical.

And One se llevó ansiosos gritos de deseo por parte de varios miles. Ni cómo decirle que no a este hombre. Foto: Mario Valencia/Pólvora.

Setlist de And One en el Pabellón Oeste:

  1. “Atomic Bomb”
  2. “Shining Star”
  3. “Krieger”
  4. “Love You to the End”
  5. “Get You Closer”
  6. “Sometimes”
  7. “Black Generation”
  8. “Steine sind Steine”
  9. “Unter Meiner Uniform”
  10. “Enjoy the Unknown”
  11. “Killing the Mercy”
  12. “High”
  13. “Männermusik”
  14. “U-Boot-Krieg in Ost-Berlin”
  15. “Techno Man”
  16. “Second Voice”
  17. “Metalhammer”
  18. “Panzermensch”
  19. “Military Fashion Show”
  20. “Shouts of Joy”

Fotógrafo y reportero desde 2015, programador del Festival Macabro, profesor de Historia del cine en la FES Acatlán y coordinador de materiales en Filmin Latino.

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