blink-182 en Coachella: no nos perdimos de mucho

Luego de posponer todos los conciertos en México y Latinoamérica para que Travis se curara de su dedito, blink-182 anunció un espectáculo sorpresa en el Coachella 2023, de un día para otro, según.

Desde tempranas horas aquello estaba atascado, lleno, no cabía ni un alma más en el escenario Sahara, todos peleando por tener el mejor lugar para ver a Tom Delongue, Mark Hoppus y Travis Barker, en vez de ponerle atención a los DJs que andaban poniendo unas rolitas ahí para amenizar el pedo.

Bien chavorucos, a lo meme del Sr Burns, salieron al escenario con los huevos apretados por los jeans super skinny, playeras buena onda y sus gorras al revés. El uniforme del día para toda la bandita suertuda que sí pudo disfrutar de sus grandes clásicos punk rock y no tendrán que guardar sus boletos hasta 2024.

Desde la primera rola se notaron los errores de producción de un show hecho al chilazo. Guitarras saturadas, bajos perdidos y una batería a duras penas buena, con un sonido bien ahogado y sin brillo. Aunque fue mejorando con el paso de los temas, nunca llegaron a emocionar con el simple retumbar de las bocinas.

Lo hicieron con el desfile de rolas, lo hicieron con su misma presencia, imponentes desde el segundo uno. Recordar que tú banda se separó porque ya no se caían chido, para buscar aliens, ovnis, porque enfrentaron el cáncer y sobrevivieron, porque se casaron con una Kardashian… Aunque no quieras, te pone nostálgico, y la piel chinita verlos de nuevo juntos.

Y hablemos del público, apretadisimo en las primeras filas, imposibilitado para armarse un slam chido, mientras que en los grupos de atrás simplemente fueron invadidos por la pereza, no saltaron, ni siquiera elevaron las manos al cielo, ni mucho menos hubo círculos de chingadazos. Vaya, a duras penas cantaron, ocupados en grabar con sus celulares, en gritar de emoción, y en pelear para que no los empujaran.

Rumbo al final de la presentación se pusieron mucho mejores las cosas. Con un blink-182 más emocionados, pasando ya de la emoción petrificante de estar otra vez frente a su gente, con Mark Hoppus suelto por todo el escenario haciendo mamada y media, Tom Delongue cantando al límite de sus cuerdas vocales, entregando todo, y un Travis Barker haciendo toda clase de trucos con las baquetas, casi con un mortal hacia atrás, que solo le faltó prenderle fuego a su batería, ¿No que muy lastimado, mi hermano, mi carnal?

Si tuviéramos que basarnos en este para deducir de lo que nos perdimos en la Ciudad de México, entonces podríamos hablar, con toda sinceridad, de que no nos perdimos de mucho; sin embargo, entendamos que fue algo mucho más improvisado, razón principal por la que estuvieron en un escenario destinado a Djs y sin mucha infraestructura punk. Le echaron ganas, pero fue un show más que desfilará por Coachella, que tendrá algo que contar, sí, pero que jamás aparecerá en el Top 20 de lo más espectacular de su historia.

Setlist de blink-182 en Coachella 2023

Anthem Part Two
The Rock Show
Man Overboard
Feeling This
Reckless Abandon
Dysentery Gary
What’s My Age Again?
EDGING
Dumpweed
Aliens Exist
First Date
Don’t Leave Me
Down
Happy Holidays, You Bastard
I Miss You
All the Small Things
Dammit