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Bruce Dickinson en el Pepsi Center: demostrando porque es el mejor frontman del heavy metal

Por primera vez, Bruce Dickinson trajo su concierto solista a la Ciudad de México, presentando su más reciente material, The Mandrake Project

Mario Valencia

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Bruce Dickinson en el Pepsi Center

No hubo día más saturado de conciertos que el sábado 20 de abril del 2024 en la Ciudad de México. Fue una oferta ecléctica para los fans de distintos géneros: Madonna, Interpol, Mr. Big, Tom Jones, Caifanes, hasta Pedrito Fernández dio de que hablar. Pero los fans del heavy metal teníamos una misión especial: presenciar el primer show en solitario de Bruce Dickinson, el legendario frontman de la Doncella de Hierro que con gran anticipación de su parte, llegó para promocionar su disco, The Mandrake Project a la Ciudad de México.

Sin embargo hay que reconocer algo: no hubo mucho revuelo alrededor de este show. Sea por la oferta desmedida antes mencionada, una indiferencia total hacia el trabajo solista del mejor frontman en la historia del metal (aunque repelen) o de plano, una burla irracional hacia este hombre que no ha dado lo mejor de si en los últimos años de Maiden, lo cierto es que fuimos un puñado de personas, pero eso sí, muy afortunadas, por ver a un artista que a pesar de la edad y el éxito, sigue queriendo comerse al mundo.

Siempre atesoraré mucho un diálogo del cantante en el documental, Metal: A Headbanger’s Journey: “Tienes que actuar para la persona que esté hasta el fondo del auditorio“. Bajo esta idea, Dickinson ha cumplido con un estándar de como llevar un espectáculo y sin defraduarlo, sorprendió a más de uno en el Pepsi Center por la gran calidad que sigue manejando. De ello, ni la menor duda.

“La pesadilla ha comenzado”: así fue el show de Bruce Dickinson en el Pepsi Center

Minutos antes de las 9 pm, las luces en la pista apagaron. Hablando de la parte de atrás de la pista (misma que fue recortada a la mitad por un telón negro, por cierto), los ánimos se encontraban bajos, con nula expectativa; parecía que varios estaban ahí porque era eso, o ver al Ave. Solo uno bien emocionado gritó tras de mi “¡ese güey es mi papá!” mientras sonaba en las bocinas la intro televisiva de “The Invaders”.

Las pantallas encendieron y unas calaveras alusivas al día de muertos aparecieron en lo más alto. De entre la oscuridad ahí estaba el héroe de muchos. “Mexico City, are you fucking ready?”, dijo con la misma energía como si 1982, hubiese sido apenas el año pasado. Con esa sonrisa en el rostro uno podía dar cuenta de cuanto disfrutaba Bruce Dickinson estar ahí, sin la presión de una gran arena y las marejadas de gente, sin la crítica de “ya no es lo mismo”.

Lo brillante de su show solista, es lo diferente al sonido que durante tantos años, estamos acostumbrados a relacionar con su voz. Bruce no es el artista genérico como muchos otros que emprenden carrera fuera de sus bandas exitosas solo para sonar exactamente igual (obvio hablo de ti, Kerry King). Él toma riesgos y se escucha en los teclados de “Laughing in the Hiding Bush”, la vibra western de “Resurrection Men” o verlo aporrear las percusiones como el chico hiperactivo que siempre ha sido y será.

Mientras la música es agradablemente distinta, Dickinson sabe como dominar a la gente con un acto ya bien visto, con todo y el “Scream for me, Mexico”! en “Chemical Wedding”. Aunque no conozcas su canciones, busca conectar contigo y lo logra porque él, tiene un ángel que contadas personas en la historia de la humanidad, pueden presumir tener. De nuevo: sin la presión de estar al frente de ese titán llamado Maiden, no hay algo más reconfortante que ver a un artista así de libre.

“Cuéntenme sobre el día de muertos, pues para aquellos que les gusta deambular entre cementerios y tumbas, entre sus ancestros… ¡A mi también!”, fue su forma de presentar “Rain on the Graves”, cuyo solo de batería dio paso al clásico monstruo de La Era del Dinosaurio, la instrumental “Frankenstein” de Edgar Winter. Uno de los mejores momentos de la velada.

“Bienvenidos a la segunda vez que toco solista en México. ¿Acaso hay tres mil personas aquí?”, preguntó alegre. ¿Cómo se lo decimos sin decepcionarlo? Hay gente que ya perdió toda capacidad de asombro pero quienes aún gozan de ello, disfrutaron aprender un capítulo distinto de un astro tan conocido. Tan solo con escuchar la maravillosa “Navigate the Seas of the Sun”, queda clara la dupla tan ambiciosa que forman Bruce Dickinson y Roy Z a la hora de componer.

Aunque al final el reproductor de Windows Media hizo de las suyas trabándose en las pantallas, el cierre del recital fue tan épico como podríamos acostumbrar de él. Su voz sonó impecable todo el tiempo, con una potencia que no le había escuchado en años. El hombre es un guerrero: vencer el cáncer de garganta y volver así, no cualquiera. Lástima por los que se lo perdieron por jugarle al chistosito.

Bruce Dickinson en el Pepsi Center
Foto: Mario Valencia/Pólvora.

Setlist de Bruce Dickinson en el Pepsi Center

  • Accident of Birth
  • Abduction
  • Laughing in the Hiding Bush
  • Afterglow of Ragnarok
  • Chemical Wedding
  • Many Doors to Hell
  • Tears of the Dragon
  • Resurrection Men
  • Rain on the Graves
  • Frankenstein
  • Gods of War
  • The Alchemist
  • Darkside of Aquarius
  • Navigate the Seas of the Sun
  • Book of Thel
  • The Tower

Fotógrafo y reportero desde 2015, programador del Festival Macabro, profesor de Historia del cine en la FES Acatlán y coordinador de materiales en Filmin Latino.

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