Moderatto en el Foro Pegaso: No son las reglas, eres tú

Fotos: Patrizio Palacios

Por fin sucedió. Fueron muchos meses de expectativas e incertidumbres pero finalmente  ayer el lugar ahora conocido como el Auto Parque Musical Pegaso, tuvo su primer auto concierto donde no solo vimos el regreso a la acción de Moderatto y su ‘Detector de Metal’, sino que también vimos el poco o nulo interés de muchas personas en querer que esta pandemia termine. 

Como era de esperarse, esta experiencia fue distinta incluso desde antes de que el concierto iniciara. En las calles de alrededor del Foro Pegaso, vimos como muchos se prepararon atascando su auto de alcohol, botanas y todo lo que vendieran en el Oxxo. Mientras otros, aprovechamos para llegar temprano y encontrarnos, contra todo pronóstico, con una buena organización donde lograron acomodar a cientos de autos sin caer en el caos. 

Al llegar a nuestro lugar designado frente a nosotros tuvimos el escenario que, sinceramente, no fue tan espectacular ni tuvo esa producción de la que tanto se habló desde semanas antes.  Aún así cumplió su cometido y ahí vimos un lamentable desfile de bandas teloneras donde lo más destacado fue ver al legendario Javier de la Cueva y a Railrod, aunque por momentos estos chicos se preocuparon más por decirnos su CV y contarnos de sus “logros” que por realmente conectar con su música. 

¿Cómo se comportó el público?

A la par que esto sucedía, entre los autos vimos el panorama que acompañó todo el concierto. Si bien muchos sí siguieron el reglamento al pie de la letra, una buena parte se dedicó a deambular entre los autos, otros a agarrar una peda monumental desde que llegaron y los más inconscientes, a pasear sin cubre bocas a pesar de que te los regalaban al entrar al Foro Pegaso. 

Justo cuando el atardecer estaba en su máximo esplendor, la razón de este auto concierto ahora sí comenzó. De inmediato, el escenario 360 se fue llenando con Mick Marcy, Roy, Elohim, Xavy, sus coristas, músicos invitados, su staff y finalmente con Bryan Amadeus, quien apareció, como el rockstar que es, desde la parte trasera de una camioneta de seguridad. 

Todo lo que vimos la noche de ayer en el escenario, fue algo clásico de Moderatto. La pirotecnia, sus poses de rockeros ochenteros, Bryan Amadeus diciendo mil veces “Malditos pecadores” y hasta los mismos homenajes a himnos como “Sweet Child of Mine” o “Sweet Dreams”. Todo esto fue algo ya visto. Lo que realmente cambió, fue todo lo que sucedió abajo del escenario. 

Cada auto se convirtió en un mundo distinto

Cada quien tuvo su forma de disfrutar el concierto a su modo. Hubo quienes aprovecharon la pequeña libertad de disfrutar desde su auto con responsabilidad, estando afuera de sus vehículos sí, pero usando cubrebocas y sin abandonar su área. Pero esto es México y como ha sucedido en toda la pandemia, muchos ignoraron las reglas por completo y ellos vivieron el show como se les dio la pinche gana. 

Como dije, este show fue algo normal para quienes ya hemos visto anteriormente a Moderatto. Pero aún así, sirvió. Sirvió para recordarnos las emociones que son exclusivas de un concierto en vivo. Volver a estar frente a un escenario, encontrarse con amigos, sufrir por la señal del celular, escuchar esa canción que te hizo llorar en vivo, saltar al compás de un riff y hasta orinar en su SaniRent; esas son las experiencias que por cinco largos meses tuvieron que parar por la pandemia y que volvimos a experimentar, aunque sea por una noche. 

¿Resultado del experimento con el autoconcierto Moderatto?

Al final el autoconcierto de Moderatto resultó ser un buen experimento bien organizado y que cumplió con su objetivo de reactivar parte de la industria en estos momentos tan complicados. Lamentablemente la experiencia fue opacada por aquellos seres que en esta pandemia se han ganado el título de “Covidiotas”. Aquellos que no les importó cuidarse a si mismos ni a los demás, y que no pudieron seguir una regla tan simple como usar un cubrebocas.

Setlist: “Autos, moda y rock and Roll”, “Vivir de Noche”, “Zodiaco”, “No podrás”, “Sentimettal”, “El que busca, encuentra”, “Entrégate”, “Isabel”, “Si mi delito es rockear”, “No hay otra manera”, “Mil demonios”, “De mi enamórate,” “Muriendo lento”, “Amor prohibido”, “Ya lo veía venir”, “Quemándome de amor” y “Gracias”.