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Zooropa, el patito feo en la discografía de U2
Zooropa, el álbum de pop surrealista en donde los irlandeses de U2 pudieron experimentar más con los sonidos está cumpliendo 28 años. Así lo recordamos…
Luego de haber alcanzado la cumbre con Achtung Baby! en 1991, parecía que U2 se podía dar el lujo de hacer lo que quisiera, al menos musicalmente hablando. Originalmente concebido como un EP, Zooropa vio la luz pública un 5 de julio del lejano 1993, bajo el extinto sello Island records, es uno de los álbumes más experimentales de los irlandeses en lo que a sonido respecta. Si bien, ya habían coqueteado con relativo éxito con lo electrónico antes, fue aquí donde comenzaron a darle rienda suelta a sus inquietudes bajo la tutela de Flood.
A pesar de las críticas por Rattle and hum volvieron a repetir la fórmula de sacar un álbum estando todavía de gira luego de haber extendido el Zoo Tv Tour, que los llevaría por Europa, Oceanía y Japón. Con una de las mejores presentaciones de toda su carrera en el concierto de Sídney Australia que sería el video oficial y que en México se transmitiera en PPV en vivo a través de MVS.
Si bien es cierto que la sombra de Achtung Baby! hace que se vea como un trabajo menor incluso por ellos mismos como lo declararía en algún momento The Edge; “Jamás pensé que Zooropa fuera más que un interludio”. Se trata de su álbum más relajado, sin presiones ni poses, incluso esa libertad creativa le da un toque de frescura que no volverían a tener jamás.
Se trata del principio del fin, influenciados por la caída del muro de Berlín y el inicio del totalitarismo mediático, este zoológico europeo se presenta como un experimento sonoro surrealista desde el inicio hasta el final.
Con su tema homónimo que tiene de coros eslóganes de marcas famosas, que se repiten hipnóticamente dispara a quema ropa su mejor línea “la incertidumbre puede ser tu guía y solo la imaginación puede ser la brújula”. Seguido de “Baby face”, la primera joya dedicada al porno de media noche que se consume furtivamente en el anonimato de la tv satelital, ¿cómo poder ser la belleza tan amable con un tipo normal” continuamos con “Numb” el “rap mutante” fugitivo de las sesiones de Achtung donde The Edge vuelve a tener la voz principal, tomado de Triunfo de la voluntad de Leni Reifensthal es una sátira al totalitarismo.
Ya entrados en el concepto del álbum de Zooropa continuamos con “Lemon”, con ese maravilloso “midnight is where the day begins” que gracias a la repetición hasta el cansancio en Tv7 de su video el álbum se vendió mucho en México. Justo cuando parece que ya no hay nada nuevo, dan un giro de tuerca y nos sorprenden con el mejor tema que tiene “Stay (Faraway, So Close!)”, exquisita canción cubista cuya protagonista es una niña rica que va de antro en antro entre Dublín y Los Ángeles. Homónima de la peli de Wim Wenders, nos deleitó con su video dirigido por él, en una , por cierto la versión del soundtrack en diferente y su sencillo para Europa tiene una bellísima presentación en digipack doble.
Llegamos a la parte más experimental, esa donde no siempre funciona dejar el canon tradicional, “Daddy’s Gonna Pay for Your Crashed Car” tiene otra figura de antro como protagonista poniendo como intro un muzak ceremonial estalinista. La caída se detiene un poco con “Some Days Are Better Than Others”, gira entorno al bajo de Adam Clayton. De estilo más cercano a The Velvet Underground, “The First Time” es una suave balada salpicada de referencias religiosas.
Se acerca el final de Zooropa con “Dirty Day” tema acerca de la pereza y el veneno emocional de fina línea de bajo a cargo del Sr, Clayton que nos habla de cómo “los días corren como caballos sobre las colinas”.
El viaje termina con el tema más flojo de todo el disco pese a sus buenas intenciones, “The Wanderer” con sus sintetizadores post apocalípticos tiene en el difunto Johnny Cash el papel de predicador, una parábola de un hombre justo en busca de la verdad donde U2 deja el penthouse y sale a la calle.
Sin embargo, a pesar de su libertad creativa, cuando fue lanzado, Zooropa apenas vendió 2 millones de copias, a diferencia de Achtung Baby que alcanzó 8 millones o The Joshua Tree que llegó a los 10 millones, no solo el álbum también los singles promocionales pasaron ignorados.
A 28 años de su lanzamiento, el tiempo ha hecho justicia y a la distancia correcta vemos que aun cuando no es una obra maestra y tiene sus puntos flojos, no fue el fracaso que se dijo en su momento, incluso es mejor álbum que el que si es uno de los peores de su discografía el infame Pop. Pero esa es otra historia.
Un EP que terminó siendo la banda sonora de un mundo distorsionado interconectado vía satélite donde el demonio MacPhisto era el maestro de ceremonias que llamaba al presidente de EE UU a cualquier hora de la noche, como lo señala Bill Graham “en el universo de Zooropa todos están vinculados electrónicamente en una red de vouyerismo”.
Y a ustedes ¿qué les gusta más de Zooropa?, ¿cómo lo conocieron? ¿lo comprarán en su reedición en vinilo?