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Eruca Sativa: ‘Hay una invisibilización en los escenarios de las mujeres’

Platicamos con Lula Bertoldi sobre el nuevo camino de Eruca Sativa, sus fans, los cambios de sonido y el apoyo a casusas sociales

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Eruca Sativa es una banda que cada vez es más y más grande en Argentina, con cada disco resuenan por todos lados, los nominan a los Premios Gardel y son cabezas de cartel en muchos festivales. Esto no solo porque tengan mujeres en su alineación, sino porque su música habla por sí sola; rolas ponchadas, delicadas, con una mezcla de hard rock con rock más clásico hasta folclor.

Ya son cinco discos en su haber, siendo Somos Primavera el más reciente, pero hace días lanzaron el single “Día Mil” con un estilo más rap en voz en su mayoría de su bajista, Brenda. Otro aspecto importante, aunque Lula Bertoldi (guitarra) es la cantante principal, tanto Grabriel Pedernera (batería) y Brenda Martín (bajo) también tienen canciones con su voz; repartiendo el pastel de forma equitativa.

Han estado varias veces en México, costando más trabajo de lo que ellos pensaban, pero eso los motiva y por fin, llega el Vive Latino para ellos donde aprovecharán para dar un golpe de poder a todos aquellos que los vean.

Así que platicamos con Lula sobre el nuevo camino de Eruca Sativa, sus fans, los cambios de sonido en una banda y muy importante, el apoyo que han dado a casusas sociales, entre ellas, abrir el camino a bandas con o de mujeres en la escena del rock argentino.

Lula Bertoldi de Eruca Sativa (Foto: Andre Dulché)
Lula Bertoldi de Eruca Sativa (Foto: Andre Dulché)

LA FUERZA VITAL DE ERUCA SATIVA

De la primera vez que vinieron a México, ¿Qué tanto ha cambiado la banda o sigue manteniendo su esencia?

La esencia siempre somos los mismos, pero nos hemos dado la libertad discográficamente de ser una banda súper libre en la composición. Así tenemos podemos tener un disco súper rockero, otro más tranquilo, otro acústico, eso me parece que estuvo siempre. Pero la posibilidad te la dan los años, pasando los años tienes más esa libertad de mostrarle a tu público otra música.

¿Qué tanto ha cambiado la percepción del modelo de la banda ya sea como hobbie o negocio?

La dinámica cambia, lo bueno de Eruca es que siempre fue planteado de una manera profesional, como tratar de trabajar y hacer las cosas digamos de una forma que podamos vivir de la música, y que la banda pueda darle de comer a sus propios miembros. Así que siempre fuimos un poco eso. Y al tener todos hijos y familia, entendemos lo que está pasando; no es como si uno hubiera tenido familia y los otros sigan en lo mismo, eso hace que la banda pueda ir toda junta por el mismo carril. Y por ejemplo, flexibilizar algo porque tenemos a los niños pequeños y te entienden un poco más. Porque si cada uno estuviera en lo suyo, sería un poco más difícil. Pero está bueno, porque estamos en sincronía por suerte.

Al momento de hacer las canciones, Seremos Primavera es más social y tiene otros ritmos con algo más folclórico, ¿Cómo ves ahorita las cosas?

No es que cambies la forma de ver las cosas, sino que con el correr de los años uno se pone un poco más radical a la hora de bajar un mensaje y creo que en Seremos Primavera fuimos muy concretos. Y teníamos que decir las cosas como son porque estábamos viviendo cosas muy fuertes de militancia y de lucha en Argentina, teníamos poco tiempo con el debate del aborto legal.

También había muchas marchas y movimientos sobre la violencia de género, ni una menos y el pedido de más mujeres sobre el escenario. Eran como muchos frentes de una misma lucha que necesitaba ser puesta en líricas, en letras y representar un momento y seguir empujando para que las cosas sucedan. Creo que pasó eso más que nada, no es que cambió algo; sino que lo que sentíamos se hizo algo por lo que estábamos luchando en Argentina y también en Latinoamérica. Creo que ese disco pudo encarnar ese momento que estábamos viviendo como mujeres, músicos y personas.

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Gabriel Pedernera de Eruca Sativa (Foto: Andre Dulché)

¿Crees que este movimiento se pasa a la música o Argentina sigue siendo muy machista en ese sentido?

Acá en Argentina y Latinoamérica hay muchas mujeres, pero creo que hay una invisibilización en los escenarios que hace que parezca que no hay.

En Argentina pudimos visibilizar mucho también gracias a los movimientos y gracias a una ley que salió antes de la pandemia, la Ley de Cupo, que implica que los festivales en Argentina tienen que tener un número mínimo de mujeres. Esto a la larga es súper beneficioso porque empezamos a ver a las mujeres, no es que no están, sino que no tienen un lugar por muchos temas hay prejuicios de que los programadores dicen que no hay mujeres, sí hay, pero nadie se pone a buscar.

Además, la mujer no tiene los espacios, hay prejuicios sobre cómo suena su música, es un ciclo que se retroalimenta y al final hace que hay apocas mujeres. Pero en Argentina lo estamos revirtiendo bastante, porque la verdad hay muchas mujeres artistas, bandas con mujeres, bandas de mujeres, podemos decir que hay una gran visibilidad sobre todo en el rock. Por ahí hay géneros que están más resistentes al cambio como el folclore o el tango, pero siempre hay la célula que va empujando hasta que las cosas pasan. Así que estamos con esa fuerza.

Dentro de la escena, ¿Qué tanto les costó el respeto o reconocimiento?

No sabría bien decirte, me cuesta un poco responder. Aunque siempre nos sentimos muy respetados, eso está bueno. Siempre hemos sentido que nuestro trabajo era respetado, no sé porque motivo. Porque además al ser mujeres nos dimos cuenta que unas cosas eran más difíciles, y que a otras colegas femeninas también se les hacía difícil. Pero sí tuvimos una historia de ir creciendo y eso es un privilegio, lo veo como eso.

Ha sido muy privilegiada nuestra historia como banda, por eso nuestro rol es ayudar a que el camino le sea más fácil a otras bandas que tienen mujeres entre sus filas. Porque lo que pasó es que muchas colegas quedaron en el camino porque no tuvieron la suerte que tuvimos nosotros. Así que ahí estamos tratando de acompañar proyectos para que puedan crecer.

¿Has sentido un cambio en los fans de Eruca Sativa?

Yo siempre he sentido que nuestros fans tienen la misma esencia, de que les gusta la música, los instrumentistas, la música bien tocada e interpretada. Le gusta lo progresivo, la mezcla, la fusión, además son muy receptivos. Entonces el público de Eruca es muy abierto, hemos puesto soportes o bandas que nos han acompañado de otros estilos que nada que ver, y la gente está muy abierta a escuchar nueva música. Yo creo que lo que mejor califica a nuestro público es que son fans es eso, que son fans de la música, eso está buenísimo.

Ahora que ya por fin pudieron estar en el Vive Latino, ¿les ha costado salir de Argentina y llegar a México?

Sí nos ha costado mucho trabajo que nos conozca México, tal vez porque no hemos dado con los lugares o la gente, porque a veces es una cuestión de oportunidades, de contactos, etc. Tampoco sabemos qué va a pasar, pero hemos ido varias veces y hemos tenido más o menos éxito. Siempre nos ha gustado ir y siempre tenemos ganas de volver a México porque nos encanta. Creo es la séptima u octava vez que regresamos y estamos muy felices de volver, obviamente a una gran vidriera que es el Vive Latino que es para que te vea mucha gente. Vamos a disfrutar mucho el festival porque teníamos muchas ganas de estar ahí, y lo vamos a vivir al máximo.

Con tantos discos, ¿Qué tan difícil es armar un setlist para cada concierto?

Es muy difícil armar la lista, sobre todo cuando son cortas, con seis o siete temas que son los que tienes para tocar en el tiempo un festival. Tienes que ser muy contundente para que la gente diga ‘ah pasó Eruca’, queremos impactarlo entonces vamos a dar nuestro mejor esfuerzo para dar un show contundente. Ya estamos armando la lista, imagínate, y faltan dos meses.

Brenda Martín de Eruca Sativa (Foto: Andre Dulché)
Brenda Martín de Eruca Sativa (Foto: Andre Dulché)

Para Argentina, ¿es más fácil meter las canciones nuevas o prefieren las viejas?

A ellos les gusta todo, la verdad es que acá la gente es recopada. Obviamente se emocionan más con las canciones viejas por la nostalgia. A nosotros también nos gusta tocar esas canciones que tiene mucho tiempo que no tocamos, es muy lindo. Nuestro nuevo disco tuvo una gran respuesta en Argentina, gustó mucho, y lo lindo es como se mezclan todas las canciones de todas las épocas en el mismo show.  Tiene un sentido meterlas en el repertorio porque todo se va interconectando y eso está bueno.

¿Cuál son las canciones que nunca van a salir de su setlist?

Bueno, “Para que sigamos siendo” es una de esas canciones clave, es muy icónica, es como el caballito de batalla. “Amor ausente” es la que conecta a la gente, es como un himno, que ha tenido mucha repercusión. En Argentina es una canción que nos hizo que mucha gente que no le gustaba el rock nos conociera, entonces cuando cae público nuevo esperan escuchar esta canción.

Son canciones que tocamos muchas veces al año, así que tienes que volver a darle esa emoción como si fuera la primera vez que la interpretar y eso es el gran desafío. También puede pasar que estés harto de tocar una canción y estás en tu derecho en no tocarla.

¿Cuál crees que fue el momento de quiebre de la banda?

Yo creo que habido muchos momentos de quiebre de la banda, pero uno muy importante fue cuando salió Blanco en el 2012 que fue como el momento en donde empezamos a girar afuera, en México, fuimos a Colombia. Fue un momento muy fuerte porque también fuimos nominados a los Latin Grammy y todo el mundo se giró a ver quién era Eruca Sativa. Empezamos a tener un lugarcito en la escena latinoamericana del rock.

Otro momento fue cuando salió el tema “Amor Ausente” con Abel Pintos, nos abrió una puerta muy grande a otro público, fue como  el crossover de Eruca a otros géneros y público. Además, pasaron muchas cosas en Argentina, como que la convocatoria de Eruca comenzó a crecer mucho más y pudimos llegar a otra gente con nuestra música que no es de rock.

Con la pandemia, ¿te desesperaste porque ya querías volver?

Fue raro porque pasé por muchos estados de ánimo. Al principio fue de negación pensando que íbamos a volver al mes siguiente. Cuando pasó un año, pensé que ya no entendía nada y no sabía qué íbamos a hacer. Después entendí que hay que disfrutar el momento, porque no sabemos qué va a pasar. Entonces hay que disfrutar el ahora y ahora es que estamos tocando de vuelta y veremos qué pasa. Porque nadie tiene la bola de cristal, así que hay que disfrutar lo que nos toca hoy.

¿Qué sigue para Eruca Sativa? Porque sacar discos, canciones, etc. es más fácil que mantenerse en la escena…

Lo más difícil es mantenerse en un lugar sin decrecer. Vamos a ver, nosotros disfrutamos de tocar juntos desde hace 14 años -es mucho tiempo- y la verdad es que somos una banda linda en donde somos buenos compañeros, somos como una familia. Y hay que cuidar mucho lo que uno tiene, porque no siempre te pasa que conoces una persona con la que quieres estar muchos años y compartir horas de tu semana. Así que cuidamos mucho a Eruca porque no es solo el trabajo que nos da de comer, sino es algo que nos hace bien. Pero vamos a ir viendo paso a paso cómo nos sentimos y si vamos a parar o si vamos a seguir tocando, eso no sabemos. Pero tenemos una gira muy linda y seguimos componiendo, porque nos gusta componer.

Brenda Martín y Lula Bertoldi de Eruca Sativa (Foto: Andre Dulché)
Brenda Martín y Lula Bertoldi de Eruca Sativa (Foto: Andre Dulché)

Editor de Pólvora, periodista musical y fotógrafo desde hace más de 10 años. Licenciado en comunicación social con la tesis El Rock Como Movimiento Social en la UdeC. Fan de los deportes, cómics, la ciencia ficción y películas de acción basura de los años 80-90.

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