Shame: “hay países donde existen granjas de clicks que dan un falso sentido de seguridad”

La Nueva Ola del Rock Británico está aquí y no podemos ignorarlo. De nueva cuenta, los ingleses demuestran porque su escena tiene tanta relevancia a nivel internacional: no cualquiera tiene la habilidad para mantenerse siempre tan vanguardistas. Shame es una de las propuestas que por más de una década ha logrado una interesante mezcolanza de post punk, indie rock y tintes de noise, envueltos en una comedia bien jocosa en cada publicación que realizan.

Previo a su primer show en México este 26 de septiembre cómo parte de las noches Hipnosis en el Foro Indie Rocks!, hablé con Sean Coyle-Smith, guitarrista y Charlie Steen, voz de Shame, para conocer más acerca de sus recientes sencillos y, de primera mano, darnos el testimonio sobre su experiencia emergiendo desde la neblina inglesa.

Shame: “no es divertido tocar en shows cuando las cosas no son tan frescas cómo deberían”

“Hasta ahora sólo he conocido este techo”, bromeó el cantante cuando le pregunté que le había parecido México hasta ahora. Una vez que Sean se nos unió, la entrevista inició con rumbo hacia su reciente producción, Food for Worms y su hipnótica cubierta pintada a mano.

“Debes saber que tanto en este álbum como en Drunk Tank Pink, la portada fue uno de los procesos más difíciles, sobre todo porque queríamos tenerla lo más pronto posible. Para esta ocasión, uno de nuestros managers encontró a Marcel Dzama en Instagram y lo contactó. Nos encantó su estilo y fue cuando le compartimos siete demos de Food for Worms. Lo bueno es que él ya nos conocía gracias a KCRW, una estación de radio de Los Ángeles.

Le gusta Shame, así que no tardó en volver con un montón de bosquejos, le dimos libertad absoluta de que hiciera lo que quisiera. Cuando llevábamos la mitad de la grabación, fue que elegimos el arte para todo: caratula, contraportada, el sencillo. ¿Y sabes algo? Lo hizo gratis. Lo único que pidió a cambio fueron mil dólares para gastar en Rough Trade Records. Es una persona maravillosa”, comentó Steen.

Este material apareció apenas un año después del anterior trabajo. “¡Teníamos un deadline!”, reconoció sonriendo al preguntarle si era un lapso de inspiración.

“Creo que debido a que tuvimos un espacio enorme entre el primer y segundo disco, no quisimos que volviera a suceder de nuevo. Es cómo si el ritmo se fuera desvaneciendo, ¿sabes? Además, no es divertido tocar shows cuando las cosas no son tan frescas cómo deberían“, añadió Sean.

Precisamente durante la pandemia, Shame fue uno de los pocos actos que se animó a presentarse ante audiencias con distancia segura.

“Nadie más lo hizo y hay una razón por la que nadie más lo hiciera. Creo que fue agradable para la gente que venía a vernos tocar pero fue tan extraño tocar ante una audiencia sentada… Pero por otra parte, el lado positivo fue que tocamos en varias sedes independientes que claro, necesitaban todo el apoyo en ese momento. Fue mejor que estar dos años en casa sin hacer algo, aunque fue demasiado raro todo”, recordó el vocalista.

“Sí, tampoco se hacía mucho dinero con ello”, sentenció su compañero.

La agrupación inglesa promocionó su nueva producción con el sencillo “Fingers of Steel”, cuyo clip representa esta constante obsesión de buscar aprobación en redes sociales.

“La idea se me ocurrió a mi. Pasó por muchos tratamientos hasta que basicamente se logró la idea. Parecía como si hubiésemos necesitado un millón de libras para producirlo pero quería que fuese en un edificio estilo soviético, con un montón de posters nuestros donde nos viéramos muy masculinos y miles de personas trabajando ahí.

Creo que el punto, desde una perspectiva cómica pues lo encuentro gracioso, es que las disqueras pagan para que esto ocurra. Hay países cómo la India y China donde existen granjas de clicks que dan un falso sentido de seguridad de ser popular.

Hoy en día ya no importan las ventas de discos o de boletos, sino cuanto te reproducen en Spotify o Youtube. Al final, tener una presencia masiva en redes sociales no refleja la realidad. Podrá darte cierta exhibición pero no te asegura llenar un show masivo”, contó Charlie.

“Creo que es triste, sobre todo porque muchas personas basan su vida en las redes, lo cual no me parece sano para la salud mental”, prosiguió Sean.

La importancia del humor es vital en la carrera de Shame, no sólo en sus videos sino en su vida diaria.

“Viene desde que iniciamos la banda, antes de haber tenido algún tipo de presencia en redes. Creo que es una actitud que desarrollamos en el pub donde empezaron nuestros ensayos, fue importante no tomarnos demasiado en serio. Nos gustan bandas cómo Butthole Surfers que les gusta ser graciosos en el escenario o en su música que llegan a ser hasta grotescos. Sí, es raro el humor que tenemos.

“Creo que también surgimos en una época donde la industria musical, no tenía tanto dinero para invertir comparado a los 90s o 2000s. Nunca se nos ha orientado a intentar lucir cómo los chicos cool. Así que nos hemos mantenido leales a ser nosotros mismos y reírnos de nosotros. Llevamos nueve años en esto, pasamos todo el día molestándonos”.

Otro de los sencillos incluidos en la placa es “Six Pack”, cuyo video es una maravilla hecha con gráficos similares a la era del Nintendo 64. Hermoso.

“Queríamos hacer una animación y conocimos al director, Gilbert Bannerman, en un pub en Londres. Le platicamos nuestra idea y no esperábamos que el video final, fuera tan gracioso, con este Napoleón en plena crisis de la edad media”,

“Uno de nuestros videos favoritos cuando crecíamos era ‘Californication’ de Red Hot Chili Peppers. Recuerdo haberlo visto una y otra vez y pensar, ¡quiero jugar ese juego! Quiero recorrer ese mismo viaje, siempre se lo dije a Charlie”, compartió Coyle-Smith.

Tras hablar del disco, llegó el momento para que Shame, narrara su experiencia en este renacer del rock inglés.

“Cuando nosotros empezamos a tocar, la música de guitarra no era popular, no había demasiadas bandas que les fuera bien a nivel comercial. Había excepciones cómo King Krule aunque siempre estuvo en su propio mundo.

Tocar esto es algo que siempre quisimos hacer desde muy chicos, nos conocemos desde los 7 años y cuando empezamos a tocar en un pub llamado The Windmill en Brixton, nos emocionaba ver a gente de distintas edades y generaciones ahí reunidas. Nosotros empezamos a tocar con gente que conocíamos desde la escuela, como Lottie, la cantante de Goat Girl o Jacob de Wunderhorse”, dijo Charlie.

“Se convirtió en un efecto de bola de nieve y más bandas empezaron a venir a The Windmill; se convirtió en el sitio de referencia para todos los chicos indie. La gente venía a disfrutar las bandas, se conocían, se inspiraban y empezaban las suyas. Así surgió black midi, por ejemplo. Todos crecimos juntos, lanzábamos nuestros primeros discos a la vez y sobre todo, nos hicimos buenos amigos. En Londres puedes verlos salir por unos tragos, toda una comunidad”, concluyó Sean.

Finalmente, cómo buenos ingleses no pierden oportunidad de mostrar su pasión por el fútbol y en una jocosa ocasión reciente, compartieron el partido donde acribillaron a los suecos de Viagra Boys. Una anécdota que merecía contarse.

“Los destruimos y luego cuando twitteamos al respecto, alguien dijo que estábamos alardeando cómo si le hubiéramos ganado a un perro en ajedrez. Fue muy divertido, salió de la nada mientras dimos una gira juntos en Estados Unidos. Al principio decíamos que jugáramos en broma y de su lado, sólo Elias, el tecladista, estaba entusiasmado con la idea. Él es un chico enorme y obvio cometió muchas faltas.

“Nos divertimos demasiado y al final, el perdedor tuvo que invitarle la cena a la otra banda. Compraron una cena enorme, nunca me había sabido tan bien. Tenía el dulce sabor de la victoria“, declaró alegre el guitarrista.

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