Eric Prydz en el Palacio de los Deportes: el amo y señor de los visuales en la música electrónica

Los rumores son ciertos, HOLO de Eric Prydz es la experiencia audiovisual más alucinante y mastodóntica que cualquier otro dj del mundo ejecute en la actualidad. El Palacio de los Deportes abarrotado en pista y gradas por casi 20 mil personas pudo confirmarlo, todo los elogios que se han escrito sobre el show holográfico son verdad; su debut en la CDMX se suma a la lista de majestuosas presentaciones que el artista sueco ha tenido en 2023, como lo fueron los festivales de Coachella en California, Sónar en Barcelona y Tomorrowland en Bélgica.  

Eric Prydz, El Señor de los Visuales

Eric Sheridan Prydz alcanzó la fama como productor de música electrónica a los 28 años cuando en el 2004 lanzó la canción “Call On Me”. El sencillo basado en un sample de la melodía “Valerie” de Steve Winwood de 1982, obtuvo importantes ganancias en ventas y alcanzó los primeros lugares en varios rankings de éxitos; sin embargo, no fue sólo su música lo que llamó la atención desde aquel entonces, el video de esa canción se convertiría en uno de los más memorables en la historia de la música electrónica.

Inspirado en las escenas de clases de aerobics entre Jamie Lee Curtis y John Travolta del filme “Perfect” (1985), el video recrea una sesión de baile al puro estilo ochentero con rutinas de entrenamiento sexualmente sugerentes.

Casi 20 años después “Pryda” se reinventó, en el recuerdo quedaron los videos con outfits fosforescentes y también es muy raro que actualmente en alguna de sus presentaciones toque el éxito “Call on Me”.

HOLO es la obra maestra de Eric, la culminación de varios años de trabajo con tecnología holográfica precedida de su espectáculo llamado EPIC. El monumental show con hologramas de ultra alta definición se estrenó en 2018 y desde entonces ha dejado boquiabierto a todo aquel que lo haya presenciado; incluso se podría decir que con esta experiencia en tercera dimensión el dj y productor sueco ha alcanzado niveles que ni la realeza de la música electrónica, destronando shows de imágenes gigantes como CLOSE de Richie Hawtin o la más reciente presentación de los Chemical Brothers en el Corona Capital en CDMX. 

HOLO, un verdadero espectáculo audiovisual

Un espectáculo de esta magnitud no puede empezar así de golpe, se va cocinando a fuego lento para después explotar; el encargado de sacar las primeras chispas fue el dj mexicano Cabizbajo, que sin importar lo diminuto que se veía en el escenario sacó lo mejor de su repertorio para marcar el ritmo del calentamiento por casi dos horas.

Al empezar su acto el Palacio de los Deportes no estaba ni a los tres cuartos de su capacidad, pero al terminar su playlist de baile el recinto ya estaba completamente saturado. Cabizbajo se llevó una gran ovación del público asistente quien reconoció al talento nacional y agradeció la buena música de ambientación durante la espera antes de recibir al gigante de la noche.

Por un momento el escenario se quedó sólo, lo único que se podía ver era la enorme cuadrícula en forma de red color negra donde minutos más adelante cobrarían vida los hologramas titánicos. Las luces se apagaron y todo se pintó de negro por unos segundos, el grito masivo de la audiencia hizo retumbar al Domo de Cobre pues después de varios años de espera una de las experiencias audiovisuales multidimensionales e inmersivas más vanguardistas del mundo se materializaría por fin en la CDMX.

Las luces cambiaron del negro absoluto a un azul profundo, los primeros sonidos de Eric Prydz comenzaban a surgir; teclados con notas melódicas llenas de nostalgia anunciaban lo que sería una noche imposible de olvidar.

De pronto la cuadrícula se iluminó y una figura humanoide de proporciones descomunales empezó a caminar sobre el escenario para sentarse en una sala a ver la televisión y dar inicio al show; posteriormente el torso de un robot que en vez de tener cara tenía una pantalla parpadeante con las palabras “ON-OFF” apuntó el control remoto que tenía en su mano derecha en dirección frontal hacia el público, haciéndolos sentir como si la imagen estuviera a tan sólo unos centímetros de sus narices provocando una marea de manos levantadas que inevitablemente quería capturar el momento histórico en sus celulares. 

Después de abrir el portal a la dimensión holográfica, Eric se encargó de que en la primera parte del show no faltara el característico sonido de su house progresivo melódico que acompañó algunas de las imágenes más impactantes de la noche como lo fueron:

• -Los hombres fumigadores que expulsaban humo a las primeras filas.
• -Un colosal satélite giratorio que disparaba rayos láser.
• -El astronauta salido de una puerta interestelar con una bandera de Suecia en el hombro derecho y que daba la ilusión de querer agarrar con la mano a cada uno de los asistentes.
• -Un circuito cerrado de cámaras de vigilancia con ojos operados por brazos robóticos.
• -Un hombre operando una sierra giratoria que al moverla brincaban chispas por toda la tarima. 
• -La pirámide flotante que rebotaba por todo el estrado.
• -Una ballena azul tamaño real nadando de un lado al otro del escenario.

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Tras 50 minutos de show la avalancha de hologramas no se detuvo, al contrario, Prydz subió la intensidad de los visuales y la música. El tech house y el techno saltaron a escena acompañando uno de los momentos más representativos de la noche; el icónico brazo mecánico sosteniendo un smartphone gigante como si fuera la mano de Eric Prydz grabando a todo el público que lo filma. Durante esta parte del concierto también se dio el lujo de mezclar su remix “Proper Education” del 2006 basado en “Another Brick In The Wall” de Pink Floyd. 

Como si todo eso no hubiera sido suficiente, el dj sueco dejó sus mejores éxitos para la tercera y última parte del show. “The Return” , que en redes sociales fungió como una de las canciones promocionales del espectáculo, sonó mientras la proyección de un astronauta enjaulado que en vez de tener rostro tenía una bola disco y disparaba unos relámpagos de sus manos. “Liberate” y “Everyday” dos canciones de su aclamado disco Opus de 2016 acompañadas de unas proyecciones de una galaxia giratoria por encima del público y la vista del planeta Tierra desde el espacio.

Tras casi dos horas de un atasque audiovisual la experiencia multidimensional llegaría a su pico máximo con una de las canciones más emblemáticas en la carrera del sueco: “Pjanoo” sencillo que estrenó desde 2008 y que contó con uno de los hologramas favoritos del público. Una mano humana que salía de un marco blanco que flotaba en el espacio, la visualización de la piel humana era tan realista por el enorme tamaño de la mano que incluso permitía ver las arrugas de la piel. 

Y como todo buen show debe llegar a su fin, los fanáticos sabían que la última melodía que Prydz dejó para cerrar fue su canción más popular de todas: “Opus”. Una pieza instrumental que aumenta su velocidad progresivamente hasta al límite, para después pasar de rápido a lento y terminar una majestuosa velada con el holograma del robot que dio inició al show, pero esta vez apuntando el control remoto hacia el público con la leyenda OFF y apagando las luces del Palacio de los Deportes dando fin a una noche histórica para las experiencias audiovisuales de música electrónica en CDMX.