Cine
Kate: la llegada de Mary Elizabeth Winstead a la cima de acción
Kate es la película de Netflix que hace que Mary Elizabeth Winstead tenga su lugar en la cima de las películas de acción.
Cuando vimos Birds Of Prey con Margot Robbie brillando en la pantalla grande sabíamos que era cuestión de tiempo para que Mary Elizabeth Winstead retomara su lugar en nuestros corazones.
Su participación como Huntress atrajo de nueva cuenta las miradas a quien fuera alguna vez Ramona Flowers (y posiblemente lo rescatable de la adaptación de Scott Pilgrim al cine). En lugar de preguntarnos si tendría una entrega bajo este personaje como solitario o con su contra parte, Nightwing, simplemente queríamos verla en otras películas y por suerte fue una de acción a la John Wick bajo el nombre de Kate.
Kate, una cinta de acción bastante recomendable
Bajo la producción de Netflix, Mary Elizabeth Winstead interpreta a Kate, una agente sin escrúpulos que tras un trabajo donde se rompió su única regla de vida, quiere abandonar al ‘sindicato’ y sabemos que al final, esto no será nada sencillo. Será envenenada y tendrá un día para buscar a su asesino.
Ubicada en Japón, es una película de persecución, acción y suspenso; a lo que podríamos pensar en un inicio tiene varios cambios de trama y aunque cae en clichés u obviedades toda está bien manejada a cargo de su director, Cedric Nicolas-Troyan.
Kate tiene varios puntos a favor que la hacen entretenida, una de ellas es la fotografía. Vemos un Japón neón (aunque fue grabada en Tailandia, Tokio y Los Ángeles), similar a lo que presentaron en G.I. Joe: Snake Eyes pero con un mejor resultado final. Nos lleva a unas zonas de esta ciudad de barrios, donde está la gente común y no a lo comercial y bonito que vemos más seguido.
Las coreografías son muy bien manejadas, no hay situaciones demasiado inverosímiles ni movimientos en CGI, todo es más natural. Algo bastante rescatable es que los villanos no son inútiles de la escuela Storm Trooper, aquí tienen buen tino y hieren a Kate en varias ocasiones.
Las actuaciones de respaldo son a cargo de Woody Harrelson que lo hace bien, lo que esperas de él, sin embargo, poca duración en pantalla y de Miku Martineu, una chica nipona nieta de un líder Yakuza. Ella va de menos a más en la pantalla y nos muestra la juventud de este país que se siente intocable, perdiendo los valores de su familia o nación.
Mary Elizabeth Winstead lo hace bastante bien, se nota el trabajo para aprender a hablar japonés de forma fluida, se aprendió las coreografías y en su papel es imposible no recordar a Carrie Ann Moss en su papel de Trinity en Matrix. Como dato, aquí trabajo con su doble Hayley Wright, con quien lleva una gran relación desde la cinta Gemini Man pero Wright se lesionó en los primeros días de grabación y lo demás se tuvo que realizar entre Winstead y varios dobles.
La trama de Kate es bastante sencilla, la resolución también, es una cinta entretenida que te hace pasar un buen rato por su duración. Como toda cinta de Netflix tiene ciertos problemas en su ritmo, pasas de mucha acción a lapsos de templanza y aprendizaje que te bajan las emociones, sobre todo al ser una película meramente de acción, pero nada que te haga perder la atención ni levantarte de tu asiento. Eso sí, hay mucha sangre y decapitaciones con ‘honor’.
Kate es una película bastante recomendable a todo fan de la vieja y nueva escuela de películas de acción. Hay comedia ligera, coreografías de lujo, sangre por todos lados, buenas actuaciones, en especial Winstead y es de esas películas que te gustan porque entretienen. Por algo la gente la califica con altos números y los snobs del cine le dan tierra.