Entrevistas
DLD: A 20 años de que “Dixie” sonara por primera vez
Platicamos con Francisco Familiar y Erik Neville de DLD sobre estos 20 años de vida, empezando en un extinto Rastreo de Bandas de Orbita FM
A poco de su segundo Palacio de los Deportes el próximo 13 de agosto, DLD anunció el lanzamiento de nueva música y la publicación de un manifiesto para sus fans con el primer sencillo y video de su nueva producción llamado “El Accidente”, logrando un nuevo punto de inflexión para la banda.
En Pólvora hablamos con dos de los fundadores de esta agrupación, Francisco Familiar y Erik Neville, acerca de esta nueva rola mientras iniciamos un viaje a toda su trayectoria de poco más de dos décadas.
EL ACCIDENTE Y UN ANSIADO REENCUENTRO CON LOS FANS
Neville comenzó hablando del significado tan profundo de este tema para DLD. “Es una canción que toca una temática dura pues habla de ese punto de reflexión en la vida que puede ser devastador en ese instante, pero tienes que saberlo afrontar y sacarle lo positivo, si es que existe, y si no buscarlo o encontrarlo de alguna manera.
Alrededor de todo esto que vivimos todos en la pandemia, nos damos cuenta de lo frágiles que somos como especie. Estos aprendizajes, generales o particulares, derivan de los accidentes que hemos enfrentado en nuestras vidas. Estamos muy emocionados de regresar y presentar este nuevo tema porque realmente si estábamos pasmados y extrañábamos a la gente”.
El lanzamiento de este sencillo marca un momento especial, una celebración de dos décadas desde que “Dixie” sonó por primera vez en el 2002, al respecto Francisco dijo: “No nos habíamos puesto a pensar en ello hasta hace muy poco. Platicábamos entre Erik y yo cómo ha sido todo desde ese Rastreo de Bandas hasta el segundo Palacio de los Deportes, donde nos han pasado tantas cosas. Algunas que ya ni siquiera recordamos y dábamos por hecho de que en cada presentación pasaban como la broma caminera o que alguien se quedara varado en el aeropuerto. Se volvieron rutinas que extrañábamos tanto que justo, ahora que regresamos a tocar después de la pandemia, nos cae el veinte de ese largo camino”.
Familiar añadió: “Al principio no me la creía. Estaba la duda de si se haría o no otro Palacio por el aumento de contagios y todo. Estaba muy escéptico a ello, pero ahora que está prácticamente a la vuelta de la esquina es algo muy diferente pues ya te ocupas de curar el show, el armado del setlist y todo se convierte en un problema feliz. Pasaron 7 años para que sucediera de nuevo una tocada ahí y resulta muy especial para nosotros volver a este recinto”.
DEL PALACIO DE LOS DEPORTES AL RASTREO DE BANDAS: DOS DÉCADAS EN RETROSPECTIVA
Con este segundo show en el Domo de Cobre, los integrantes de DLD reflexionaron acerca de ese crecimiento que los llevó de los más pequeños recintos hasta estos lugares emblemáticos.
“Esos primeros shows eran poca madre y la pasábamos increíble. Recuerdo mucho ese Vive Cuervo en los 2000 porque en ese punto ya podíamos invertir un poco más en producción, comenzábamos a fantasear un poco.
De ahí fueron los Metropólitan, los Vives, el primer Auditorio Nacional y todos nos emocionaban igual. En esas primeras tocadas creíamos que ya estábamos viviendo un sueño hecho realidad sin pensar en lo que se vendría después. Los Hard Rock, el Bulldog, tantos lugares que son parte de la historia de DLD que la gente igual no sabe, pero vaya que las recordamos. Me alegra pensar aún en eso, con todo y el momento importante que vive actualmente la banda porque lo valoramos, cada momento de ello”, declaró Neville.
Y es que todo se remonta a la primera vez frente a un escenario retador en el Rastreo de Bandas del 2002, donde irónicamente no triunfaron en su momento. Pero ahora, veinte años después, son una banda consolidada en la industria del rock mexicano. “Fuimos los campeones sin corona, los que acabamos llevándonos el botín de ese concurso. Todo sucedió de manera bien fortuita en una línea de tiempo en la que se comenzaron a alinear ciertos factores.
Se suponía que los primeros tres lugares del Rastreo de Bandas (Orbita FM 195.7) iban a grabar con diversas disqueras, dos de ellas trasnacionales y una independiente pero realmente no había nada definido. Entre todo, una disquera se rajó y entre ellos buscaron el acuerdo y resultó que, como segundos, nos tocó grabar con el Sr. González y su sello independiente (Antídoto). Salimos ganones con eso porque grabamos el material antes que los otros”, rememoró Francisco.
“Lo más cagado de todo es que la gente puede llegar a creer que las cosas que nos suceden son planeadas o que así lo decidieron, pero la neta es que no. Estábamos cagados porque no sabíamos que pedo, quedamos en segundo lugar y resultó que trascendimos con la suerte como le pasa a cualquier banda. Estuvimos felices trabajando ahí con el Sr. González y ahí están los resultados que resultó en algo bien bonito, pero en ese instante los planes eran otros”, señaló el guitarrista Erik.
“Creo que esa es la referencia porque ahí, al quedar en el segundo puesto pensamos que todo había valido madre y fue todo lo contrario. Fuimos los primeros de los tres en sacar material y afortunadamente tanto la prensa especializada como la gente que nos escuchó lo recibió muy bien. Esa fue nuestra carta de presentación y de ahí lo que sigue es historia. Pero este viaje definitivamente ha sido único, irrepetible y algo muy chingón”, acotó emotivamente el vocalista, Paco.
De ‘Lunes’ a ‘Domingo’: el sentir de DLD
Una cosa curiosa en su carrera musical ha sido la creación de temas que pasan por todos los días de la semana, algo que ambos integrantes explicaron mejor. “Estamos de acuerdo en que cada día de la semana tiene su identidad. El origen de estas rolas viene desde que ensayábamos todas las tardes. Entonces si componíamos cosas en lunes, salían unas rolas bien pinches chacalonas y culeras o muy dramáticas. Entonces si hay un día de la semana y un sentimiento para eso. De esa personalidad especial nace todo esto; de repente había canciones que hacíamos y les poníamos su nombre mucho después, entonces sonaba la rola y decíamos ‘esto se siente como un miércoles, wey’ y así quedaba el título”, dijo Neville.
Famillar agregó: “Éramos mucho de cazar esos nombres de las rolas con lo que sentíamos o como vibrábamos en ese momento en específico. Siempre fuimos muy del momento y grabábamos sin pensar en ello realmente. Aún lo hacemos porque se empezó a convertir en una especie de cábala no sólo para nosotros sino también para la gente que nos seguía. Pero sí, es así que nacen títulos de rolas como Domingo, bien de bajón, y fuimos pasando por todos ellos”.
LA FUERZA DE CIUDAD SATÉLITE PARA EL ROCK NACIONAL
Si hay un lugar en la escena que se ha vuelto esencial por muchos años, ése ha sido Satélite, locación de donde uno de los más grandes exponentes nacionales salió, ni más ni menos que Café Tacvba.
“Claro que Cafeta es la banda que funge como bandera para todos los satelucos. De alguna manera somos personas que vivimos en esos suburbios y curiosamente es algo que se sigue dando, todos viven ahí en esas casas chiquitas donde no hay mucho que hacer. Por eso, los chavos, o al menos en nuestro caso y de otros cuantos, tocábamos y formábamos las bandas a manera de entretenernos, haciendo un chingo de ruido hasta que llegaran tus papás. Pero mientras, metías todo en la sala y así.
Era una cultura bien interesante. No tienes idea de cuantas agrupaciones éramos, era una locura con un chingo de músicos tocando por todos lados”, explicó Erik Neville acerca de la influencia y gran gama del rock sateluco.
Paco coincidió y agregó una anécdota muy curiosa acerca del vocalista de la banda emblema de Ciudad Satélite. “Si, era un pañuelo de posibilidades y no vayamos muy lejos. Durante dos o tres años, Rubén Albarrán vivía en la puerta de enfrente de mi casa. Un día estaba cortando el pasto, con mi bata, la panza de fuera y todo cuando de repente llega un gringo preguntándome por él y pues era Beck Hansen que lo buscaba para algo que iban a hacer juntos.
Otra historia curiosa es que mi mamá siempre tuvo los discos de Café Tacvba antes que nadie porque ella le daba de tomar agua al perro de Rubén. Entonces en agradecimiento, cada vez que sacaban disco, iba con ella y le regalaba el álbum. Yo estaba así de ‘¿de dónde lo sacaste?’ y ella respondía tranquila ‘me lo dio el vecino’”.
También, el vocalista de DLD ahondó en ese sentido de ayuda entre la cultura musical de Satélite, una que sigue creciendo y alimentando al rock y otros géneros. “Era la naturaleza del sateluco ayudarse entre sí, estaba en nuestra naturaleza. Había una cuestión de que todo estaba interconectado y era padre porque siempre topabas al wey que sabía más de guitarra o de producir y era una mezcla de músicos de todos los géneros. Por ahí estuvo con nosotros este artista pop, Fede Vega, echando desmadre.
Grabábamos todos en Valle Dorado, que le decíamos Valle del Drogado, en fin, era una gran unión entre todos, sin pedos de prejuicios de que el metalero o el rapero o el popero. No, en el círculo de nosotros no había ningún pedo y la pasábamos chingón todos como brothers”.
DE DILDO A DLD: ENCONTRANDO SU IDENTIDAD MUSICAL
La banda no sólo cumple 20 años desde su primer gran éxito, sino que también cumple 10 años al lado de Sony Music y un poco más de haberse cambiado el nombre, algo que les ha servido para encontrar esa identidad sonora que ahora los caracteriza.
“Ha sido increíble, muy padre todo el proceso. Uno no se imagina que va a suceder todo eso, vas avanzando en la vida y te sientes pleno, contento con lo que tienes. ¿Quieres y buscas más? Claro porque es la naturaleza humana pero esa plenitud ha sido mágica para todo lo que nos ha sucedido.
Definitivamente, Primario define mucho de lo que somos ahora pero también fuimos una banda que evolucionó desde que nos conocimos de morros hasta ahora. Teníamos como 14 o 15 años cuando comenzamos a tocar y éramos fans de The Cure, Depeche Mode, un pedo bien darky. De ahí mutamos a algo más grungero tipo años 90. Hemos crecido como jovencitos y hemos aprendido y crecido musicalmente, sin duda”, declaró Erik Neville.
“Cuando empiezas, de repente tocas con lo que tienes. Que chingón hubiera sido poder tener una guitarra como las de ahora. Paco cantaba con el amplificador de bajo ¿te acuerdas?”, cuestionó a Paco, que respondió con una anécdota interesante. “Si, recuerdo que compraste unos amplificadores bien hechizos en el centro, súper chacalonas las madres esas y aquí va otra anécdota. Las llevó a la casa y estábamos emocionadísimos porque también tenías una lira de marca Les Piul, muy pirata todo, que estaba a toda madre pero sonaba de la chingada y no teníamos donde conectar el equipo. Ahí fuimos a buscar una pinche consola y así, poco a poco, fuimos armando nuestro desmadre”, recordó con cierta añoranza.
A su vez, Familiar también contó un poco de esa hermandad que todos tenían en ese ambiente, uno que les ayudó a crecer como banda. “Recuerdo que el bajista de Resorte llegó una vez a decirnos que iban a grabar el República de Ciegos y lo querían hacer todo en un track y le pidió sus baffles a Erik, que le dijo que no se manchara porque con eso grabábamos. Pasaron dos años y no regresaban, se las voló aunque estaban chacalonas pero eran de él. (risas) Ya después se las pagó y sin broncas”.
El Accidente que los define a ellos y a DLD
Finalizando la charla, Francisco Familiar y Erik Neville contestaron a la cuestión de cuál habría sido el accidente que los marcó tanto individualmente y como banda. “Para mí, creo que fue el momento en que tuve que decidir, en lo particular, si me iba a trabajar a Matamoros, a un puesto de gerencia relativo a mi chamba o si realmente le echaba más ganas a la banda. Ese fue el punto decisivo para mi persona porque, de los demás no había mucho que pensar, ya que eran cosas como que se te rompieran las cuerdas de la lira o así. Pero ese fue el instante que me marcó para seguir con DLD”, aseveró Familiar.
Por su parte, Neville señaló el punto clave, el accidente afortunado, para que DLD siguiera hasta llegar a lo que es hoy. “Como agrupación, me parece que Ventura fue el disco que marca el momento decisivo para la banda, me parece que fue un parteaguas en la carrera de DLD porque andábamos en un proceso de decisión, de si queríamos realmente continuar porque estábamos en plena incertidumbre. Además, comenzábamos a tener familias y las responsabilidades eran más cabronas. Todo ese momento, sin saberlo, estaba definiendo si íbamos a seguir haciendo esto como forma de vida por el resto de nuestros días y así fue”, concluyó.