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Pólvora Live

Caifanes y su indomable raza rugió en el Auditorio Nacional

AJ Navarro

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caifanes auditorio portada

Definitivamente una de las bandas del rock en español que sigue vigente, llenando aforos y siempre cantando su repertorio de clásicos dignos de una noche de karaoke con amigos es Caifanes. Pero no importa si es su enésima presentación en vivo en la CDMX o si el setlist ya es conocido por todos, la raza sigue indomablemente firme probando que, no importa cuántas veces se presente, ahí estarán siempre cantando y, en algunos casos, hasta llevando a sus hijos.

El inicio de otro ritual

Viernes lluvioso en la capital, las puertas del Coloso de Reforma, lugar bien conocido por Caifanes, se abrían a las 7 de la noche para comenzar a recibir a las 10 mil almas de un sold out que se convertiría en un nuevo ritual para Saúl Hernandez, Diego Herrera y Alfonso André, que volvían a poner pie en la capital menos de medio año después de su última presentación.

Todo estaba puesto para que, a las 9 de la noche, la gran sesión de karaoke rockero comenzara. Las pantallas del Auditorio mostraban el logo de la banda mientras varias rolas de buen rock en inglés ponían el ambiente. Ante la amenaza de vivir nuevamente las rolas de siempre, la agrupación, que ha roto relaciones por completo con Markovich y Sabo Romo, parece enfrentar el reto constante de no ser una especie de rockola que pueda resultar repetitiva o tediosa.

Alfonso André mostrando su pasión detrás de la batería. Foto: Lulú Urdapilleta / OCESA
Alfonso André mostrando su pasión detrás de la batería. Foto: Lulú Urdapilleta / OCESA

Sin embargo, a las 9:10 de la noche, Caifanes salió de entre la oscuridad con un sonoro aplauso de la gente, como si no tocaran muy frecuentemente o fuera una reunión de años. Esa emoción de su raza, como la llama Saúl, que vistió todo de negro y hasta usó un elegante sombrero, es el motor que mantiene viva a la banda. “El aplauso es para ti raza, no para Caifanes. Gracias por mantener este sueño vivo, fuerte, poderoso y lleno de mucho ruido. Muchos han estado muchos años, mucho tiempo y siguen aquí presentes en este ritual”, decía el líder de los rockeros.

Y sólo eso bastó para que el público se pusiera de pie al escuchar el primer tema de la noche, No Dejes Que, junto a una seguidilla de sus incansables éxitos que todos escuchamos en cualquier compilación de Rock en tu Idioma como Para que no digas que no pienso en ti, Miedo, Nubes y Viento, que ofreció la primera intervención larga de la noche para Herrera con su saxofón en un solo al final de la rola. “Eres indomable, raza, mantente siempre así”, exclamaba un emocionado Hernández.

Lo infaltable de Caifanes

En medio de toda la euforia del ritual que parecía repetir algunos momentos de sus últimas dos noches del año pasado en el Palacio de los Deportes, Saúl y compañía no podían dejar de lado ciertos momentos que ya son de cajón en cada concierto de ellos. Por ejemplo, con Debajo de tu Piel siempre se acompañan de un video con tatuajes de los fans rindiendo culto a la banda.

Los solos de Diego Herrera en el sax se robaron la noche de Caifanes. Foto: Lulú Urdapilleta / OCESA
Los solos de Diego Herrera en el sax se robaron la noche de Caifanes. Foto: Lulú Urdapilleta / OCESA

Por otra parte, también está el momento en que la banda levanta la voz y suelta su discurso político clásico en Saúl. “La siguiente canción ya es parte del repertorio de Caifanes porque seguimos denunciando los feminicidios y no vamos a dejarlo de hacer hasta que el Estado tenga los huevos de hacer algo y proteger a las mujeres de este país. El aplauso es para, ti mujer, que has luchado con una sed de justicia”, declaraba mientras Vivir Quintana en un video entonaba Canción sin Miedo que fue coreada por las damas presentes en el foro, seguida siempre del sencillo más reciente de la banda, Inés.

Ni qué decir del esperado momento en que el vocalista se toma un breve descanso del canto para que la banda toque el tema de la comedia musical Los Hermanos Caradura (Landis, 1980) en el que, tanto Diego Herrera como Alfonso André lucían tocando el saxofón y la batería a ritmo de un buen tema de blues inmortalizado por el cine. Básicamente, si no pasa esto en un concierto de Caifanes, es que no es una tocada de ellos pues el orden de los éxitos puede cambiar pero eso es inamovible en sus presentaciones recientes.

Sorpresas y rugidos: De Caifanes a Jaguares

Pero también la legendaria banda que comenzó siendo Las Insólitas Imágenes de Aurora en 1984 tuvo sus momentos auténticos como la interpretación de Sombras en Tiempos Perdidos, que nos regaló otro solo virtuoso de Diego en el sax al final, así como una dedicatoria especial con Ayer me dijo un Ave. “Esta va para los pequeños, que lleguen a soñar más lejos de lo que sus sueños sueñan”, señaló Hernández.

El líder de la raza indomable, Saúl Hernández, vistiendo galantemente de negro. Foto: Lulú Urdapilleta / OCESA
El líder de la raza indomable, Saúl Hernández, vistiendo galantemente de negro. Foto: Lulú Urdapilleta / OCESA

De repente, Caifanes mutó hacia el rugido de ese animal emblemático en que alguna vez mutaron con diversas alineaciones y compañeros, los Jaguares. Como no lo han hecho en otras noches, Saúl y compañía repasaron ciertos temas de ese primer gran disco que hicieron al lado de José Manuel Aguilera y Federico Fong de La Barranca, con Nunca te Doblarás, dedicada al espíritu inquebrantable de sus fans, Detrás de los Cerros, su primer sencillo con ese mote y El Milagro, ofreciendo una variante en su setlist que promete un esperado concilio con esa faceta que, para los fans acérrimos, puede darle esa variedad que necesitan en sus tocadas.

Asimismo, el cover tan esperado de Juan Gabriel, Te lo Pido por Favor junto a otra de sus últimas baladas como Jaguares, Así Como Tú, redondearon esos momentos donde la triada por fin se salía del script habitual donde tocaban solamente éxitos. Si bien la base de sus shows es esa, el hecho de variarle se agradece y aplaude para que los fans no se fastidien de escuchar más de lo mismo siempre, algo que claramente parece no suceder ante la gran respuesta que siempre tienen.

El final del primer ritual

Así, llegábamos a la conclusión de la noche con la constante lluvia de éxitos, esos donde Saúl era apoyado de repente en la lírica por Alfonso, especialmente en los agudos que ya no alcanza el vocalista. Simulando la inhalación de líneas en Cuéntame tu Vida, provocando más euforia en Mátenme por que me Muero con todo y aplausos acompañando el cierre de la rola, así como el toque ecléctico de De Noche todos los Gatos son Pardos con una pequeña modificación en la letra, “hay gente que te odia pero te lame los huevos“, y Perdí mi Ojo de Venado con un solo de André que por fin tuvo su momento en la bateria, fueron marcando un adiós esperado.

El Auditorio Nacional compartió el rugido de Caifanes por énesima ocasión. Foto: Lulú Urdapilleta / OCESA
El Auditorio Nacional compartió el rugido de Caifanes por énesima ocasión. Foto: Lulú Urdapilleta / OCESA

La rockola de este viernes convertida en ritual de rock en tu idioma culminaba con nostalgia, misma que parce ser uno de tantos motores para la raza y Caifanes. Con Antes de que nos Olviden, Nos Vamos Juntos, La Célula que Explota y su primer éxito, La Negra Tomasa, nuevamente cerraban una noche donde lo más especial fue el rugido del público y de la misma banda que poco a poco parece abrazar una etapa con la que no ha conciliado del todo, enriqueciendo así su tocada en espera de las demás que le esperan en el año.

Comunicólogo, amante del cine, la música y todo lo que sea cultura. Forjando una carrera en el medio desde 2018 a la fecha. Colaborador en varios espacios, consciente de que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

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