Los Iluminados (Les Éblouis)

El tradicional Tour de Cine Francés de Cinépolis no fue detenido por la pandemia y a lo largo de octubre, sus salas recibirán siete largometrajes y varios cortos mexicanos para la edición 24. Uno de ellos es Los Iluminados, drama inspirado por sucesos reales dirigido por la también actriz Sarah Suco y protagonizado por Camille Cottin (Killing Eve) y el reconocido Jean-Pierre Darrousin. A pesar de un tenso acto final, la cinta queda a medias ante otros trabajos del estilo al momento de retratar los horrores de las sectas y las rupturas familiares que estas provocan.

Camille, la hermana mayor de una numerosa familia, es una joven afecta a su escuela circense. Sin embargo, sus padres deciden unirse a una estricta comunidad religiosa donde la obediencia a las normas de Dios y del Padre Eric-Marie Berger, es esencial. Como buena adolescente, la joven cuestiona el actuar de su familia, en especial de la madre que carga con un trágico lastre del pasado. Camille solo quiere llevar una vida normal pero gradualmente, el lado perverso de la congregación sale a flote que afecta no solo a sus padres, sino a sus hermanos menores. Dependerá de ella salvarlos de un ruin futuro.

La joven Céleste Brunnquell encarna a esta joven con serios problemas personales. No solo debe lidiar con los traumas de su madre, sino madurar a pronta edad para tomar un rol que no le corresponde aún. Una de las escenas más duras es verla convertirse en madre sustituta de sus hermanos, llevándolos a hurtadillas a un restaurante (con dinero robado) mientras la madre, está en un retiro para entregar el resto de su existencia a la secta. A la par, intenta llevar una relación con un joven de su clase a quien se entrega en cuerpo y alma a pesar de lo incómoda de la situación. Excelente actuación que va desde la alegría de vivir para hacer reír a los demás, a un auténtico terror. El último acto es el mejor momento de la película, donde el drama cede lugar a un buen suspenso. Todo sucede tan rápido como la propia vida de Camille.

Sin embargo, para llegar a lo mejor de la película, Suco comete algunos de los clásicos errores del cine francés. El primer acto es terriblemente aburrido, una somera presentación de sus personajes sin introducir el conflicto real hasta muy adelantado el filme. Hasta por toda esta cuestión del circo y clown, parece que tomará un rumbo de “oh, el arte no salvará, mon ami”. Y tras el ambiguo inicio, llega el segundo problema de Los Iluminados: una auténtica falta de malicia. Si bien el personaje de Darrousin representa todos los vicios de la Iglesia, una desmedida ambición sin culpa de quebrantar familias enteras y una notoria perversión, no así el resto de la comunidad, cuya naturaleza sale hasta la última parte. Un séquito de oprimidos borregos berreantes sin uso de razón. Antes de conocer el contexto de víctima de una chica, ¡hasta las monjas parecen jocosas como sacadas de Cambio de Hábito!

Es triste, pero el potencial de Los Iluminados queda intrincado. De haberse ido directo a los temores, traumas y desdenes que solo ofrece en su última media hora, sería una excelente opción para ver en el Tour. O pueden dejarla para el final, ya su bolsillo y tiempo decidirán.

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Calificación: 6.5