Metz – Atlas Vending

Metz es una banda de Toronto que es poco valorada, la verdad es que cada disco van haciendo las cosas mejor y con Atlas Vending no es la excepción, sin duda su mejor disco en lo que llevan a la fecha.

Mientras vemos que disqueras como Warner o Sony en México siguen apostando todo su dinero a otros géneros como reggaetón, trap o hip hop da coraje ver como sellos en Europa como Nuclear Blast o Century Media así como en Estados Unidos como es SubPop o Cleoptara Records no cambian su esencia, podrán experimentar de vez en cuando pero lo que los hicieron grandes se mantiene año tras año.

Así que si tienes un poco de noción que SubPop es una disquera en Seattle que apoyó a Nirvana en sus inicios con el Bleach o bandas como L7, Mudhoney y Sonic Youth, tendrás en la mayoría de su catálogo nuevos exponentes de este género garaje, grunge como Bully o en este caso Metz.

Metz es una banda engañosa, se ven tranquilos pero en vivo son violentos, radian mucha energía y todo acompañado por buenos riffs para agitar cervicales.

En Atlas Vending tenemos 10 temas, de los cuales ya conocimos tres previamente, los cuales mostraron un mismo estilo pero a diferencia de otras bandas cada una tiene un toque especial, se trata de “Hail Taxi”, la cual sin duda es la mejor de todo el álbum, con el estilo noisey clásico y rompe tiempos de los canadienses.

A este le siguieron las bien logradas “A Boat To Drown In” que es con la cual cierra el disco y la que debes ver con uno de los mejores videos de ciencia ficción del año, “Blind Youth Industrial Park”, que solo le faltó Charlize Theron como Furiosa en él. Esta canción es rápida y llena de vértigo en las voces.

El arranque con “Pulse” es fuerte, con una influencia marcada de Killing Joke y sus últimos discos como Pylon, un post-punk con adrenalina. Similar a esto tenemos “The Mirror”, “Sugar Pill” y “No Cieling”, pero con un toque más punk vieja escuela, la voz de Alex Edkins va más gritada que cantada y eso conjuga muy bien en Metz.

“Draw Us In” tiene todos esos slides, riffs grungeros que gozamos con Sonic Youth o Smashing Pumkins en sus inicios, rasposa y efectiva. La más pegajosa de todo el álbum con su coro ‘my love’.

La recta final se pone violenta, un mal viaje de anfetaminas con “Parasite”, grunge de la vieja escuela presente.

Atlas Vending es un disco que te remonta a los años noventa, como si estuvieras en un garaje con la próxima gran banda del momento pero a su vez suena actual, con una muy buena producción que hace que resalten los momentos álgidos y gran presencia de la batería.