Javier Corcobado en el Teatro Metropólitan: el audio le hizo una mala jugarreta

Javier Corcobado regresó a México y lo hizo con lo que se pensaba, sería un show excepcional, y sí, lo recordaremos, pero por las jugarretas de los ingenieros del audio del inmueble que lo hicieron, todo mal.

Una tarde muy acalorada en el antiguo Distrito Federal, pero algo daba augurio que pasaría algo raro. No había ni un vendedor ambulante fuera del lugar, bien porque estorban y la mayoría vende la peor calidad de playeras posible, mal porque eso significa que ni reventa habría.

Personalmente, era un show que me daba mucha curiosidad, ya que Javier Corcobado se ha renovado internamente, se ha limpiado de alcohol y venía preparando este show desde hace tiempo; tanto que hasta se grabó. Aunque al final no se llenó, hubo buena entrada, fans de corazón oscuro y punks, todos ellos súper entragados con cada melodía.

Bienvenidos al Puticlub de Culto Oculto

Primero tendríamos en el entarimado a Culto Oculto, una banda que el propio Javier seleccionó para abrir este show, y es que el propio español les produjo su disco Puticlub. Esta siendo su primera visita.

No son una banda para poner a la hora de la comida familiar, ni para echar el vaso rojo, son para escuchar más a detenimiento. El bajo retumba cada rola y sus letras pueden ser violentas y un saxofón que te invita a la ciudad del pecado. Fue la primera vez de los venezolanos en México, y a pesar de arrancar su set con poca gente -porque empezaron a eso del 10 para las ocho- fueron bien recibidos y aplaudidos, no importando que muchos llegaran a mitad del set. Hay que reconocer que aprovecharon y proyectaron en la pantalla una imagen de su disco, la luna y su logo. Bien ahí, que muchas bandas ni su nombre mencionan.

Por ahí ya empezaba el tema del audio a flaquear.

Un día triste y otro feliz, así es la vida con Corcobado

Después de una breve presentación, salió Javier Corcobado en medio de los aplausos del público del Teatro Metropólitan, que a esa hora ya se veía bastante concurrido. Corcobado había dicho en entrevista para Pólvora que este era uno de los conciertos más significativos dentro de su carrera, y lamentablemente, no fue perfecto para el español nacido en Alemania.

Ya para la tercera canción, “A Nadie”, la gente coreaba y estaba de pie para disfrutar la velada. Cada acción de cantante era ovacionada: desde quitarse el saco hasta hacer girar el micrófono en el aire.

Al micrófono sonaron las palabras del guitarrista, ‘es un gusto estar aquí después de tantos años. Cuando llegamos a esta ciudad a finales de 1992 y después de 30 años el maestro me ha invitado a tocar con él, mi nombre es Javier Arnal’. En el escenario también pudimos ver a Juan Pérez Marina, Gustavo Villamor y Jesús Alonso García.

Después de ‘desafinar las guitarras’, los músicos siguieron con “Carta al cielo” y “Somos demasiados”. Hombre de pocas palabras, no necesitó hablar mucho para conectar con sus fans, un simple ‘Buenas noches querido y amado México’ fue su saludo a un Metropólitan ávido de las letras y voz de Corcobado.

‘Siéntense, respiren, recuerden que estamos vivos, recuerden que tenemos la capacidad de resucitar’, fueron las palabras de Corcobado mientras arreglaban un problema con los monitores. Incluso tuvo que salir un momento del escenarios antes de “Un día triste y uno feliz”. Desde ahí se notaba la incomodidad de los músicos, pues en todo momento Corcobado pedía que le arreglaran el problema -sobre todo el músico hizo hincapié en un hombre llamado Antonio-, el cual fue el responsable de todos los desperfectos.

En medio de “Caballitos de anís” se bajó del escenario para estar con su público, para sentir esa conexión con aquellos que lo han seguido desde que comenzó su carrera allá en 1985. De repente, Corcobado dejó su puesto, para salir… parecía que era el encore, pero no.

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‘Les pedirán una disculpa los técnicos del Metropólitan que hicieron que este concierto fuera más corto, pero después lo podrán ver completo… Por favor no se enojen, yo no estoy enojado’, fue el mensaje que tuvo que dar a su gente, así tocaron el homenaje a los Chatarreros de Sangre y Cielo.

Prendieron las luces y se vino la rechifla; se sentía el enojo, la frustración y la tristeza de todos los que esa noche se habían juntado para esa velada mágica que se convirtiera en un agridulce concierto. Para agradecer al público, salieron y se abrazaron todos, mientras les pedían otra canción, cosa que no sucedió.

Las cinco canciones que no tocó- gracias al inepto de Antonio- fueron “Ladrada del afilador”, “Yo no quiero saber”, “Perr@”, “French disko” y “Agradecimiento”. Y, al salir, muchos fans le reclamaron a todos los ingenieros que estaban en la consola y nunca pudieron hacer bien su trabajo.

Setlist de Javier Corcobado en el Teatro Metropólitan

1. Sangre de perro
2. El futuro se desvaneció ayer
3. A nadie
4. Desnuda en el Pacífico
5. Dientes de mezcal
6. Carta al cielo
7. Somos demasiados
8. Europa tan triste
9. Coches de choque
10. Haz un acto de amor
11. Adiós estrellas de dolor
12. Dos corazones
13. Cruz de respiración
14. Un día triste y otro feliz
15. Caballitos de anís
16. Sombrero de barcos
17. Diamanda
18. El día en que ya no nació ningún niño en el mundo
19. Dame un beso de cianuro
20. Te estoy queriendo tanto
21. Chatarra de sangre y cielo