Reseña de Sea of Stars, uno de los mejores juegos del año

La vida siempre está llena de sorpresas. Cuando llegan de una forma tan inesperada, son gratas e incomparables. Esto me ocurrió con Sea of Stars, nuevo título desarrollado por Sabotage Studio y ya disponible en Switch, PS4, PS5, PC y Xbox. Sin reinventar la rueda, este RPG es uno de los mejores juegos del año gracias a una ejecución perfecta, buena historia y brillante dirección artística.

Muchas veces los gamers esperan que cada juego sea una experiencia ultra revolucionaria cuando lo único que se necesita, es que cada uno de sus elementos funcione y en el caso del juego de rol, que su relato y personajes conecten a un nivel profundo con el público. Vaya que hace años, no me pasaba a este nivel.

“Usar magia sin usar magia”: el espléndido mundo de Sea of Stars

En esta aventura controlas a Valere y Zale dos guerreros del solsticio con la habilidad de manipular la magia provista por la luna y el sol respectivamente. Tras años de entrenamiento, deberán recorrer el mundo con la intención de detener a los seguidores de un maligno alquimista, The Fleshmancer. Sin embargo, han pasado siglos desde su última aparición, por lo que su misión, al principio, será bastante ambigua… Hasta que una traición cambia toda la jugada en su contra.

Sea of Stars es un RPG tradicional por turnos con mucha estrategia involucrada y un buen desafío. Al igual a WrestleQuest que apenas recomendé la semana pasada, este juego no se conforma con solo obligarte a seleccionar comandos y esperar tu turno sin más interacción. El ritmo es clave en la batalla, ya sea que lances tu ataque con mayor fuerza o recibas menos daño al defenderte, con el toque del botón de acción en el momento indicado lograrás un mejor desempeño.

El sistema de juego es muy completo a la hora de la batalla. A la odisea de ambos guerreros, pronto se les une su amigo Garl y es cuando mejor debes pensar tus turnos. Cada uno no solo posee magias distintas, sino que pueden entablar combos y activar los ataques especiales con Mana que sueltan los enemigos (ahí el tema de usar magia sin usar magia). Cómo siempre algunos personajes funcionan mejor al momento de la ofensiva y otros, para defender o curar aliados.

Cabe destacar que las distintas habilidades que proporciona el sol y la luna no sólo sirven contra enemigos, sino también para resolver algunos acertijos a lo largo del mundo. Por ejemplo, detenerte sobre un punto especial, te permite activar puentes que de otra forma, solo aparecen de noche o puedes mostrar caminos que te lleven hacia tesoros. Debes estar siempre atento.

Cuando no te encuentres enfrentando hordas de monstruos (odio las hormigas gigantes, por cierto), te encontrarás explorando uno de los mundos más bellos que se hayan concebido en los videojuegos. Cada rincón del mapa está lleno de detalles hermosos, hay vida por doquier. Desde la excelente animación hasta el diseño, supieron lucirse con este gran trabajo de pixel art.

Si hasta ahora lo que haz leído no te ha parecido algo especial, tal vez tengas razón. Sea of Stars no propone innovaciones pero sí ejecuta a la perfección y ese es su mayor logro. No pretende evolucionar el concepto de RPG, sino contar un relato inolvidable y rendir homenaje a aquellas piezas de la vieja escuela que tanto nos enamoraron. Justo en un momento cuando los grandes estudios

Sea of Stars, un triunfo de los estudios indies

Sea of Stars es cómo navegar a través de un cuento de hadas. La historia es increíble, con un buen desarrollo de personajes que no se queda sólo en el típico viaje del héroe, sino que aborda el desencanto de ser los elegidos y la exageración de ciertos conflictos.

Es un juego muy de la vieja escuela, con varias similitudes a Chrono Trigger y Secret of Mana que está destinado a seguir la misma línea: ser un clásico. El futuro de los videojuegos está en mano de los estudios independientes. De eso no queda la menor duda.

Para complementar, busca también en las mismas consolas The Messenger, un plataformero lleno de acción ambientado en el mismo mundo. Una joyita.