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El fin de la Nintendomanía: homenaje a Gus Rodríguez

Mario Valencia

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Gus Rodríguez - Fallecimiento

En la madrugada del 11 de abril de este desastroso 2020, nos enteramos de una noticia que desgarró el corazón de toda una generación de videojugadores, una mente que innovó en los medios de comunicación y que sus diversas aportaciones, estuvieron hasta en el mundo de la comedia: Gus Rodríguez. Pero, ¿por qué fue importante este hombre en la comunidad gamer?

Club Nintendo

A finales del 2004, Gus Rodríguez y Pepe Sierra (padre del otrora baterista de Johnny Nasty Boots y actual integrante de Doña Macabra), lanzaron una sección donde rememoraron los primeros años tanto de su los boletines, El Mundo de Nintendo, como de la revista Club Nintendo. Así que la mayoría de la siguiente información, salió de ahí.

Gus y Pepe formaron una agencia de publicidad a mediados de los años 80. Bajo encargo de los representantes oficiales de Nintendo en México, C. Itoh, comienzan a escribir y diseñar los folletos de El Mundo de Nintendo para entregar en las tiendas (con sucursales en Tepeyac, Lindavista, Satélite, Insurgentes Sur y Coapa). A este material lo acompaña un eslogan que presentaba la actitud a lo largo de toda la obra de Rodríguez: “la fuente de tu creatividad”.

El señor Teruhide Kikuchi, presidente de C. Itoh de México, nos estaba echando el ojo. Un buen día nos mandó llamar a sus oficinas para ver la posibilidad de que hiciéramos una revista en la que a la vez de informar, se promovieran los productos de Nintendo“.

Gus Rodríguez, Club Nintendo, Año 13, #12

Pero en diciembre de 1991, cambiarían el mundo gamer mexicano para siempre con la publicación del primer número de Club Nintendo. La portada, Mario bajando en paracaídas al Ángel de la Independencia, es un ícono de la cultura popular. Esta revista fue una muestra del gran amor al medio, con mapas de Super Mario Bros. 3 pintados a mano con plumín, con anuncios estadounidenses traducidos al humor mexicano gracias a Gus.

Club Nintendo - Primer número

Contenía lo esencial que todos los videojugadores querían conocer: información sobre los próximos lanzamientos, guías, trucos, entrevistas con creadores como Shigeru Miyamoto y coberturas de los mejores eventos. Era genial en aquel entonces esperar los ejemplares cada mes para descubrir secretos de cada juego que creíamos haber exprimido al 100. Especiales de Street Fighter II, Pokémon, Zelda, Resident Evil y Super Mario desfilaron a lo largo de los años. Club Nintendo fue cantera para los futuros periodistas de videojuegos que a inicios de los 2000, formarían sus propios medios. Fue publicada hasta diciembre del 2014, 25 años después de su inicio.

Nintendomanía

Ahí no quedaría su huella en el mundo de los videojuegos. A través de las pantallas de TV Azteca al término de la barra de Caritele, apareció un 25 de marzo de 1995, la primera emisión de Nintendomania, bajo la petición especial de la Gran N de que el programa debía ser conducido por Gus. En un inicio junto a su hijo Javier (el Chavo, como se le llamó todo ese tiempo), con los años nacerían aquí celebridades de la televisión mexicana como Mark Tacher y la bella Maggie Hegyi. Además de mostrarnos adelantos cada semana, daban consejos, trucos y noticias sobre las sagas más populares con un toque de su característico humor blanco. ¡Aparte el tema del show era “Crushing Day” de Joe Satriani!

Nintendomania
El elenco de Nintendomanía.

Muy envidiadas fueron sus coberturas de la E3, la presentación del flamante Nintendo 64, conocer por primera vez la voz oficial de Mario (Charles Martinet) o hasta ver a Miguel Herrera y el Chiquis García demostrando su talento en International Superstar Soccer. Terminaría en los albores del nuevo milenio debido a conflictos entre Rodríguez y la televisora. No volveríamos a ver a Gus en un programa de TV sino hasta 2014, que Foro TV se convirtió durante varios meses en su casa con el programa Power Up. Lástima que no le dieron un horario apropiado o la gente habría estado pegada a su pantalla como era antes.

Al derecho y al Derbez

“Mi complice, mi amigo, mi hermano”, fueron las palabras con las que Eugenio Derbez, dio a conocer en Twitter el fallecimiento de Gus. La amistad entre Rodríguez y Derbez se extiende desde mediados de los años 90, pues el Nintendomaniaco se encargaba de escribir los guiones de Eugenio y creó a personajes como Armando Hoyos. La relación se extendió en programas como Derbez en cuando, XHDRBZ y La familia P. Luche. “Sin él no sería lo que soy”, también mencionó Eugenio.

Además de su trabajo junto a Derbez, Gus es responsable de la adaptación al español de las películas de Shrek y Ralph el Demoledor, creó el famoso sitcom de Televisa, Vecinos y hasta creó al Compayito.

El estandarte de los gamers en México

Tanto en Club Nintendo como en Nintendomanía, supo ganarse el cariño del público gracias a algo que muchos carecen: siendo honesto. Amable, ingenioso, carismático alguien que siempre se mantuvo cercano a la gente a través de las presentaciones de títulos como Killer Instinct y Mortal Kombat 3 y más reciente, a través de redes sociales, donde daba sus comentarios sobre la vida política y del espectáculo. Muy famosa su rencilla en cotorreo con Franco Escamilla cuando el comediante, sin saberlo, se burló de la forma de hablar de su hijo.

Ser como Gus era a lo que aspirábamos los gamers. Aún hoy día, creo que el ideal de muchos es ser ese individuo bonachón que a pesar de la edad, sigue disfrutando de los videojuegos como si acabara de recibir un Nintendo 64 a sus 8 años. ¡Ser gamer es un orgullo!

El legado es tangible y vivirá por siempre en la comunidad. La voz de una generación cuando se creía que los videojuegos, no eran más que un vicio negativo. Su nombre era sinónimo de una marca, ¿cuántos seres humanos se pueden dar ese lujo? Gracias a él, esta bella forma de entretenimiento alcanzó otro nivel de popularidad en nuestro país. El periodismo de videojuegos en México existe gracias a su legado en impresos y TV. “Siempre habrá una recompensa más allá del Game Over”. Descanse en paz, Gus Rodríguez. Estamos en contact.

Fotógrafo y reportero desde 2015, programador del Festival Macabro, profesor de Historia del cine en la FES Acatlán y coordinador de materiales en Filmin Latino.

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