Pólvora Live
Unearth y el brutal arranque de su gira por México
Asistir a un concierto en el HDX no va libre de su ligero surrealismo. La cita para el show de Unearth era a las 8 pm pero a esa hora, por alguna razón que sería explicada hasta más adelante en la velada, solo sonaban “Las mañanitas” a todo volumen desde el inmueble de Azcapotzalco. Ok.
A los pocos minutos, la fila comenzó a avanzar. Cuando estaba en las escaleras a escasos centímetros de pasar, un Nissan verde limón con calcomanías de bandas como The Faceless, se detuvo en la entrada. De el, bajó el estereotipo andante de los fans del metalcore: un hombre delgado de rastas, expansiones, tatuajes y mirada perdida; era el mismísimo bajista del Here Comes the Kraken. Su acompañante… Sabrina Sabrok, su pareja. México lindo y querido.
Pero más allá de lo pintoresco, esta nueva producción de Chamuco fue un buen evento que por desgracia, no se vio reflejado para nada en las ventas. La extensa oferta de conciertos está pasando factura aunque ya llegaremos a esa reflexión.
A Call for Revenge y Nunca Digas Muere, los invitados nacionales
Previo al recital de los estadounidenses, contamos con la participación de dos agrupaciones nacionales. La primera fue A Call for Revenge, quienes están en una etapa de interesante de mezclar el hardcore con toques de black metal. Al principio, fue un tanto triste verlos tocar ante apenas un puñado de indiferentes personas. Ellos no se rindieron, jamás bajaron la intensidad hasta que dos personas, armaron su propio slam, brincando a la par del vocalista.
Buen sonido y mucha energía, tanta que hacían retumbar el escenario cuando su grandulón cantante pegaba de pisotones (ya después lo veríamos en el crowd surfing durante Unearth). Sin embargo, el bajista se queda estacionado en la quinta cuerda practicamente todo el tiempo. Algo de variedad no le caería mal.
De Izcalli para el mundo, Nunca Digas Muere tomó la tarima unos minutos después. He visto su presentación varias veces pero por alguna razón, siempre logra ser muy contagiosa. El Push es un enorme frontman que logró, tras un par de canciones, hacer que los asistentes se despabilaran para elevar el puño en lo más alto y de paso, para presumir sus bíceps. “Mi gente, mi revolución, nunca muere”. Ya un clásico de la escena nacional, aunque la verdad, les urge sacar otro material de larga duración.
Unearth, su regreso a tres años del Domination
Vaya que la espera se hizo cansada entre arreglar problemas técnicos previos a Unearth. Bajo el escenario, Buz McGrath jugueteaba con su guitarra a ritmo de “Back in Black”, canción que sonaba en las bocinas. Poca gente llegó al final pero quienes estuvieron, lo entregaron todo. Toda la ira acumulada por una semana de trabajo fue desahogada en un intenso show a cargo de una banda agradecida con sus fans, entregada y virtuosa.
Desde el primer minuto, un puñado de aficionados se lanzaron volando al escenario. Era muy divertido ver a Trevor, vocalista del grupo, ayudarles a subirse junto a él antes de aventarse de vuelta el ruedo. No hubo ni una sola canción en la que no hubiese caos en el slam, desde el “March of the Mutes”, hasta el “This Glorious Nightmare” y pasando por “Incinerate”, Unearth sonreía porque a pesar de no juntar una gran audiencia, la respuesta fue como si estuviesen en una gran arena.
Trevor tomó la palabra durante un descanso, primero para felicitar por su cumpleaños al Chamuco (al fin “Las mañanitas” tenían sentido) y después, para adelantarnos que el show estaba por terminar. ¡Así de rápido solo quedaban tres canciones! Sin embargo, prometieron regresar pronto con su nuevo disco, mismo que llegará en la primavera. No dudo que los veamos en algún festival el próximo año.
Tras “My Heart Bleeds No Longer”, Unearth concluyó su show minutos antes de la medianoche entre plumillas y baquetas voladoras. Pero este show, así como el de Helmet en el Circo Volador, fueron el triste indicador de que pocos están gastando en conciertos individuales. El boom de los festivales y sus exagerados precios están dejando las carteras vacías de posibles consumidores y quienes más pierden, son las promotoras independientes. Es triste pero el futuro de estos pequeños conciertos lucen desoladores. ¿Qué estrategia habría que abordar? Ese es el gran debate sobre la mesa.
Unearth se presentará hoy en Guadalajara y Monterrey así que si tenían dudas, corran sin miedo por sus entradas.