At The Gates – The Nightmare Of Being

Pesimismo, oscuridad, melodic death metal y mucha experimentación es lo que At the Gates nos presenta en The Nightmare Of Being, su nuevo disco que será lanzado este 2 de julio vía Century Media.

En esta placa de 10 canciones los suecos nos traen varias sorpresas musicales, pues se dieron la oportunidad de crear arreglos que nunca habían presentado. Este es el octavo álbum de los considerados “Los creadores del Sonido de Gotemburgo“; su último material salió en 2018 y se titula To Drink From the Night Itself (el material más flojo en la carrera de At The Gates).

Desde ese disco ya se podían encontrar atisbos de lo que querían lograr en el futuro, canciones como “The Mirror Black” y “Daggers Of Black Haze”, incluso “Kingdom Gone” del álbum The Red In The Sky Is Ours (1992), son un coqueteo a ese lugar musical más oscuro, hasta progresivo, que la banda exploró ahora.

The Nightmare Of Being empieza con “Spectre of Extiction”, rola que fue el primer sencillo que lanzaron como carta de presentación y que, podríamos decir, es una rola clásica de At The Gates, de esas que te hacen mover la mata desde el primer acorde y que, si la escuchas sin ver el nombre del grupo, adivinarías que es de los de Gotemburgo.  

La segunda es otro sencillo que se mostró a los fans, “The Paradox” también está llena de esos riffs y blast beats que han hecho característica e icónica a la banda, seguimos teniendo la energía death metalera que nos ha conquistado, incluso parece una rola de la placa que lanzaron en 2014, At War With Reality.

Pero a partir del tercer track, “The Nightmare Of Being”, la cosa cambia. Entramos a una zona más densa con un intro hablado, luego explotan otra vez los acordes melodeath, pero la rola es como un sube y baja de emociones, pues cambian de ritmo muchísimas veces, recuerda al Opeth de discos como Still Life; las partes habladas son una delicia a los oídos.

Y entonces llega “Garden Of Cyrus”, que mientras la escuchaba por primera vez no lo podía creer. “¿At the Gates hizo esto?” me preguntaba y sí, se metieron con el metal progresivo y les quedó una chulada. Un intro de guitarra, bajo y batería suave, pero rudo a la vez para luego dejarle el paso a algo muy melódico, dulce, atrevido…”¿oigo un saxofón por ahí? Sí!!…” (inserten mentlamente un emoji de cerebro explotando).

Mientras se reproducía creía que estaba escuchando una rola del disco Insurgentes de Steven Wilson o algo de King Crimson…. y la voz en lírico otra vez “Hasta sensual se oye”, pensaba… al final la voz otra vez se torna un poco gutural… es una rola única en su catálogo que me puso la piel chinita… una gran sorpresa que dividirá opiniones.

“Touched By The White Hands Of Death” es otra canción muy experimental, al menos en el intro… pensaba que estaba escuchando el soundtrack de alguna película de Tim Burton, sin embargo, al minuto la cosa cambia y regresamos a esa banda sueca death metalera que tanto gusta alrededor del mundo con el momento donde más brillan Jonas Stalhammar y Martin Larsson (guitarristas).

Después tenemos “The Fallen Into Time”, que fue el último sencillo y donde pudimos notar este ligero cambio musical en el grupo, también ese intro nos hace pensar en un soundtrack o en algo que haría SepticFlesh, “¿hay una orquesta por aquí?”. “Cult Of Salvation” igual es una rola melodeath clásica, hasta que aparece un teclado a la mitad y las revoluciones bajan… demasiadas sorpresas en este álbum.

Estamos en la parte final con “Cosmic Pessimism”, que al inicio podría pasar como tema de Soen y de nuevo tenemos esta búsqueda por sonidos nuevos… “¡ese bajo y la batería de Adrian Erlandsson!”… otra joyita rara del álbum.

“Eternal Winter Of Reason” es la última canción y cierra perfecto el álbum de At The Gates, es una muestra de todo lo que escuchamos anteriormente, melodeath con toques progresivos.

The Nightmare Of Being es un disco único, con una esencia experimental que tal vez marque un parteaguas en la carrera del grupo, donde literal hicieron lo que quisieron, buscando no sonar repetitivos y explorando otras orquestaciones.

Se agradece que lo hagan y también que Tomas Lindberg ponga tanto empeño en escribir letras basadas en libros o escritores, como en este caso que se inspiró en la filosofía del pesimismo de Thomas Ligotti y su libro The Conspiracy Against The Human Race.