El Mantequilla: Felipe Martínez y Olfa Masmoudi revelan los secretos detrás de la estafa

Un timador conocido como El Mantequilla asume múltiples personalidades para llevar a cabo
un elaborado plan de reivindicación de una antigua injusticia de la que fue víctima su madre.
Pero esa travesía chocará con los intereses de otros personajes cuyo destino esta entrelazado
al infame personaje. Esta es la premisa de la nueva serie de Star+ y en Pólvora charlamos con
Felipe Martínez, showrunner y codirector del programa así como con Olfa Masmoudi,
head writer de este show.

Los orígenes del engaño: cómo se creó El Mantequilla

“La premisa ya existía antes. Siempre se quiso hacer una historia de un estafador en la década
de los 80 con Alberto Guerra de protagonista y que se llamara El Mantequilla. Fue una
casualidad afortunada pues el hecho de que sucediera en esa época nos dio mucha
información que generó mucho color para la serie y jugó a nuestro favor”, comenzó explicando
Martínez, showrunner del show.

“Todo era análogo, no existía mucha tecnología y había una ingenuidad más grande y la
comunicación era más difícil. Eso nos ayudó a esconder los trucos de nuestro protagonista.
Entonces realmente fue un accidente feliz el hecho de poder usar todo ese contexto para
nuestra historia”, añadió el productor y director.

La guionista principal, Olfa Masmoudi, ahondó a detalle en los retos de crear este universo
alrededor de El Mantequilla. “Hubo mucho trabajo de investigación para empaparnos del
mundo de aquellos tiempos y entender cómo funcionaba, desde el pulso de la policía en esa
época y su eficiencia hasta ciertas similitudes que podríamos analizar en nuestro día a día. Lograr hacerlo con humor fue lo más divertido, pues poder hablar de temas serios e
importantes con una justificación histórica real y clara con ese tono ligero fue de lo más
interesante de esta serie”.

Pero esta intriga llena de estafas no sería nada sin un buen casting, algo que Felipe logró de
manera eficiente. “El proceso fue grande, pedimos a muchos actores y actrices hacerlo para los
personajes principales. Para Elena, que terminó ganando Mayra Batalla, hubo más de 90 chicas que pude ver en mi computador de manera virtual e ir sacando notas para los callbacks”.

“Eso me permitió ver a un montón de talento que no conocía y nos parecían interesantes para
pequeños personajes que también formaban parte de la serie. Queríamos rodear todas las
historias del Mantequilla con roles secundarios que tuvieran mucho punch pero que fueran
conocidos, de primera línea y que tuvieran relevancia para los episodios en que salían porque
además eran divertidos y estaban muy bien escritos. Ese fue el gancho para convencer a gente
como Rafael Sánchez Navarro o Alejandro Calva a formar parte del proyecto”, explicó.

Vueltas de tuerca, humor y suspenso: La historia de El Mantequilla

Para Masmoudi, crear a los protagonistas del relato fue un proceso interesante. “Teníamos
muy claro al personaje principal, pero era importante desarrollar los personajes alrededor para
que tuvieran un arco importante y muy establecidos sus objetivos en la serie. Al final tuvimos
que dejar fuera ciertas cosas porque resulta que tenían muchas cosas que decir, mucho
universo de desarrollo para ellos. Pero creo que se logró un equilibrio bueno para la serie, pues
El Mantequilla es muy vistoso por su naturaleza de estafador mientras cambia de personaje
constantemente”.

“Para competir con que las líneas paralelas tuvieras cierto interés para enganchar al
espectador, tuvimos que construir personajes muy interesantes y tampoco fue difícil pues los otros roles principales de Elena (Batalla), la primera mujer detective en la policía y Pablo (Iván
Aragón), el periodista que aspira a tener éxito, son profesiones que en la época eran relevantes. Los mundos de ambos son muy ricos y eso facilitó la tarea dentro de la
investigación para aterrizarlos y darles objetivos que se irán diluyendo, fortificando o
cambiando poco a poco mientras siguen el caso del Mantequilla”, señaló la guionista.

Uno de los aspectos llamativos fue hablar de la policía en un momento donde, en el país,
predominaba un aire de corrupción así como la moral y ética de los actos de cada uno. “Toda
la situación de la policía secreta y el contexto del ‘Negro’ Durazo en ese entonces ofreció una
época muy oscura para el gobierno y el sistema de justicia pues había mucha impunidad.
Aunque no profundizamos en ello, existen destellos en la serie con los cambios que vive la
policía en el show y cómo termina la autoridad siendo vista bajo la lupa por todos”, mencionó
Olfa.

“Existe una presión ahí interesante que además, para alejarse del caso, deciden darle a esta
detective mujer para que arregle el caso que parece cualquier cosa y acaba siendo algo muy
importante. Y por otra parte, está la prensa y ese elemento que acaba jugando un papel
determinante en la resolución de descubrir a El Mantequilla y sus objetivos. Creo que logramos armarlo con bastante destreza en episodios de 30 minutos con humor, enredos que
normalmente suelen tomarse más tiempo para desarrollarse”, agregó.

Si bien El Mantequilla ofrece diferentes identidades como mariachi o abogado, el proceso para buscar sus diversas identidades en la serie tuvo una justificación sustancial. “Construimos algo inicialmente que, por cuestiones de tiempo y la pandemia, así como ciertos retrasos,
regresamos a ella y empezamos a reconstruir todo con mejores ideas que quedaron como
parte de la serie y a partir de esa nueva narrativa compleja del final armamos todo de atrás
para adelante”, puntualizó Masmoudi.

“Para hacer creíble todo el arco y justificar el porqué de lo que está sucediendo, ya que
identificamos el final y las partes estaban satisfechas con el desenlace, aterrizamos las pistas
para que cada una funcionara como un buen giro que fuera descubriendo las partes para llegar
a ese punto final. Fuimos resolviendo lo que necesitaba ser Emiliano (Estrella) para que culminara su plan. Sus personalidades son lo que necesita él para llegar a culminar su plan”, acotó la guionista.

Música, vestuario y la esencia de los 80

El productor colombiano también destacó el proceso de la recreación a nivel visual de esa
década tan particular a través de la música y los vestuarios. “Tratamos de ponerle mucho
énfasis a eso, queríamos que se notara y fuera muy cuidado. Tuvimos suerte en contar con una
diseñadora de vestuario talentosa, Ana María Urrea, que imaginó cada personaje al lado del
diseñador de producción, ’Dode’ (Miguel Ángel Álvarez), entre ellos se encargaron de cómo se
vería la serie y cómo cada locación o vestuario debería tener una personalidad diferente a la
anterior”

“Queríamos que todos los personajes que hacía Emiliano (Guerra) tuvieran universos
diferentes así que fue un trabajo cuidadoso donde él fuera muy creíble sin dejar de verlo. No
buscamos que no se reconociera el personaje a través de los personajes, nos parecía
importante jamás perderlo de vista”, continuó Martínez. “De la música, la labor de Amado
Pérez, nuestro compositor a quien conocía desde antes por la serie de El Repatriado, fue
excelente”.

“Tuvimos una retroalimentación de ideas y referencias acerca del sonido. Queríamos algo muy
de sintetizadores ochentero y sobre todo policiaco, tipo Beverly Hills Cop (Brest, 1984) o las
cintas de Michael Mann como Thief (1981) o Manhunter (1986), que tiene esos sonidos densos con baterías electrónicas que suenan súper viejas y nos ayudaban a meternos en esa
atmósfera de serie televisiva de la época. Nos pareció muy divertido además buscar las canciones perfectas para cada momento pues eso ayudaba a empujar la historia
narrativamente hacia adelante”, complementó.

Más allá de El Mantequilla: sus personajes y la empatía con el público

Gracias a la versatilidad de Alberto Estrella, El Mantequilla logra ser complejo pero encantador y divertido. Por ello, el showrunner y la guionista confesaron cuáles son las personalidades más encantadoras o complejas para ellos. “Para mí, que lo viví desde la creación y la escritura, me encanta el dealer de arte, Lacrosse, porque me parece muy extravagante. También me gusta El Ruiseñor, porque creo que son los más vistosos de todos, mucho más sabrosos. Pero si hubo un rol que se nos dificultó hacer porque no cuadraba con lo que buscábamos, que es el abogado”, dijo Olfa.

“Teníamos que ser muy meticulosos con él pues no era un rol tan llamativo y como es una de
las personalidades que sí interactúa con el resto e influye en el mundo de los demás. Tratarlo a
partir de la creación fue complicado porque tenía que ser extremadamente congruente y sutil
ante la información que daba y las cosas que decía porque influía en los demás. Además, es un
tipo bastante normal, era complicado hacerlo pasar por estafador al meterse en la boca del
león siendo así”, amplió Masmoudi.

“Todos tienen su gracia, peor yo le tengo mucho cariño a Abel, porque empezó siendo lo que
es, un vendedor de seguros que tenía la oportunidad de convertirse en estafador. Él no tenía
más personajes en realidad más que ese. El primer episodio quedó como estaba pero la
diferencia es el twist final. Se quedaron varias cosas de la versión original de ese rol pero luego
es buenísimo ver cómo le damos la vuelta, fue muy gracioso ver a este tipo triste como alguien
que te está engañando no sólo dentro de la serie sino al espectador mismo”, expuso Felipe.

Finalmente, existe ese elemento de relaciones retorcidas entre padres e hijos que persiste en
dos de los protagonistas de El Mantequilla. “Todos estamos traumados en la vida real”, declaró entre risas Olfa. “Creo que son cosas que son parte de las vivencias de los personajes y ese tema en común de la familia y su trauma, su deuda o el querer demostrar algo que se
entrelaza de buena forma”.

“Ese subtexto era muy importante para ellos. Si bien íbamos a tardar en entender lo que les
pasaba, cuando eso sucedía y ves que tienen toda esa necesidad de ser aceptados o
respetados por sus familias, hacía eco en relaciones nuestras. Creo que a partir de ahí, eso
puede conectar con el espectador porque todos tenemos esos traumas y necesidades en la
vida real. Esos temas familiares y personales los vivimos todos y esa fue nuestra manera de
empatizar con los personajes, a través de esos temas”, finalizó Felipe.